Se ha vuelto costumbre que los medios de comunicación escojan cada año el líder, la figura pública o el colectivo social que haya ejercido más influencia -positiva o negativa- en la vida del país. En ese sentido discrepo cordialmente de quienes consideran que la influencia pudo haber sido negativa porque, me parece que lo rescatable es lo positivo, son las buenas acciones, son las buenas prácticas en beneficio del país.
Hemos hecho referencia, en entrega anterior, a detalles sencillos pero muy dicientes sobre convicciones de creyente católico del Presidente Betancur, que fueron base de su personalidad. Surgido en cuna humilde pero con grandes dotes espirituales e intelectuales lo llevaron a gran altura, destacada a su muerte (07-12-18) por dirigencia y el pueblo colombiano.
De los proyectos de ley que tramita el Congreso de la República se suele decir a menudo que se sabe lo que entra pero no se sabe lo que sale al final para sanción presidencial. El proyecto de ley de financiamiento no ha sido la excepción. Tirios y troyanos coinciden en que lo aprobado es una verdadera colcha de retazos.
Las leyes demasiado benignas rara vez son obedecidas; las demasiadas severas, rara vez ejecutadas.
Benjamin Franklin
Dentro del reino animal, el hombre (denominación genérica) como especie fue creado por Dios bajo una perfección única, de ahí que Él decidió ubicar al humano, como el ser principal: Génesis 1:29-30, “las plantas y los animales a su servicio y como alimento”.
El lenguaje agresivo utilizado por quienes no simpatizan entre sí, o simplemente porque no comulgan con las mismas ideas, se ha convertido en la escena frecuente más grotesca de odios y rencores; de malquerencias y malos tratos, con lo cual se rinde culto a la estigmatización y a la deshonra, y es el preámbulo de los conflictos entre amigos y conocidos.
El auditorio nacional mira por encima del pesimismo, la realidad en los escenarios del Congreso y Gobierno, que actúan con libreto característico, con todo a las carreras y sobre tiempo, como sucede al cerrarse 2018.
Hace pocos días tuve un diálogo franco con un amigo que dijo estar tan avergonzado de la Iglesia y de sus pastores frente a los últimos acontecimientos de pederastia y encubrimiento de abusos sexuales de menores, que había decidido desertar de ella. Le dije que esa no era la solución, ni menos esa era la Iglesia, que eran casos que había que condenar y erradicar -si bien aberrantes, quizás muchos- pero que eran solo una parte de una gran institución que estaba por encima de ellos.
El respeto debido a las decisiones de la Corte Constitucional, no impide que se discrepe de ellas, particularmente cuando, desde el punto de vista jurídico -como ha venido ocurriendo en los últimos meses-, autos y fallos presentan inconsistencias, contradicciones o deficiente motivación.
En Colombia, por décadas, ha sido tradicional que los presidentes gobiernen a punta de pupitrazos y de repartir mermelada, o “manteca de cerdo” (pork belly), como llaman en USA a las prebendas distribuidas por los gobernantes entre los políticos, para eng