LOS amigos de fomentar la lucha de clases, de destruir el sistema y de ser posible asaltar el Estado, como lo hicieron con la Corte Suprema de Justicia, para servirse del Tesoro Público como un botín, se rasgan las vestiduras, al conocer el deceso de Enrique Pizano, a quien tratamos como un buen ejecutivo. Fuera de eso, como en las novelas policiacas escandalosas, se presenta un hecho aislado, dentro del caso Odebrecht, como la muerte súbita del ejecutivo, seguida de la de su hijo, con sospechas de envenenamiento en ambos
LOS precios internacionales del crudo se están comportando como un verdadero yoyo. Hace cerca de un mes los precios del crudo de referencia sobrepasaron el nivel de los 80 dólares el barril. A la fecha se han devuelto en más de un 25%.
Difícilmente hubiéramos soñado el desprestigio del Presidente Duque a los cien días de su posesión. No por su trasparencia, su buena voluntad, su inteligencia, su preparación o su afán de acertar. El desprestigio se debe a que no lo han dejado, ni, respirar. Los críticos no le perdonan una, claro sin proponer soluciones interesantes.
Me emociono mucho cuando me doy cuenta de que muchas personas rompen las barreras de los deberías o los no deberías y deciden asumir el protagonismo de sus vidas. En realidad todos estamos llamados a ser los primerísimos actores y actrices de nuestras vidas, pero por diferentes razones podemos renunciar a ello y quedarnos con un papel de reparto. Claro, en las novelas, series o películas son importantes las historias que corren en forma paralela a los roles protagónicos, pues dan contexto a la historia, contenido a la
A todas las sociedades las llevan para alguna parte. Y lo hacen las ideas que se divulgan, que se ofrecen, las ideologías que transforman las ideas en una estructura política de lucha. Pero ideas e ideologías están en las mentes de personas, grupos de pensamiento, partidos políticos, bancadas de congresistas, directivos y profesores de universidades. Están en la prensa, en las redes sociales, en la televisión y todo esto está en manos de personas e intereses concretos.
Difícilmente podremos encontrar un final de agenda legislativa más atiborrado de proyectos de ley y actos legislativos, que el que se avizora este diciembre en el Congreso Nacional.
Faltando solo unas cuantas semanas para el cierre de sesiones, se da por descontado que el tiempo no alcanzará para sacar adelante todas las iniciativas que han sido presentadas tanto por el gobierno como por los propios congresistas.
Un recién llegado a Colombia en el día cien del gobierno del Presidente Duque tal vez tendría la sensación de inconformidad por las marchas de estudiantes, que arrinconan a los ciudadanos por temor al vandalismo, después de un incremento importante del presupuesto de educación, adicional al previsto inicialmente.
No existe la menor discusión entre amigos y quienes no lo son de Álvaro Uribe, con respecto a su liderazgo en el país. Gústenos o no nos guste es un político con en el cual se es necesario contar para bien o para mal. Su primer período en el manejo de las cosas del Estado estuvo lleno de satisfacciones porque se sintonizó con el pueblo colombiano y realizó lo que éste, aunque no hubiera tenido las oportunidades de manifestarlo, tenía en la mente colectiva.
LA semana que termina ha sido rica en acontecimientos violentos y vergonzosos para nuestra vida democrática. Comencemos con las marchas estudiantiles. En nuestras principales ciudades, pero en especial en la ciudad capital, miles de estudiantes se adueñaron arbitrariamente de las principales vías, creando el caos y en no pocos casos, generando actos vandálicos contra la propiedad y la fuerza públicas. Más de cinco días de protestas contra el gobierno por su abandono en financiar la educación superior.
El Gobierno Nacional sostiene la existencia de un faltante de recursos por catorce billones de pesos; dicha cifra no se ha cuestionado y es pertinente conocer cómo se determinó porque, tal vez, se justifique su reajuste; una de las fuentes para cubrirlo es aplicar el IVA a la canasta familiar, como parte de una reforma tributaria, que niega el Gobierno Nacional y la denomina “ley de financiamiento”: en todo caso, el Gobierno Nacional accedió a discutir la materia.