En los múltiples debates de los candidatos presidenciales no recuerdo haber oído mucho sobre el problema de la justicia en Colombia. O tal vez debería decir sobre la quiebra de la justicia en nuestro país. Desde hace muchos lustros la nuestra es una justicia fallida. Cuando fui juez municipal, recién salido de la universidad, quedé horrorizado de la corrupción imperante en el medio. Fuimos 4 o 5 jóvenes idealistas que tratamos de sanear algo ese medio y creo que no logramos mucho.
MIS cábalas periodísticas sobre elecciones presidenciales del domingo próximo siguen invariables este jueves.
Veo ganador al candidato Iván Duque, y a Germán Vargas y Gustavo Petro, disputándose el paso a segunda vuelta.
Al país le sentaría bien los nombres de Duque o Vargas.
Al presente y al porvenir les vendrían bien dos líderes de consenso como Duque-Vargas.
Lo prometido por los candidatos a la Presidencia, quedó dicho y repetido al igual que en décadas atrás. En este vuelo cruzaron el país con pesadas nubes de proyectos para gobernar la Colombia de siempre: desordenada, inequitativa, violenta, fiestera, trabajadora en lo que caiga y, muy “hipocritonga”.
Una frase llena de sentido común, que se repite con insistencia en épocas electorales, nos recuerda que los malos gobiernos son elegidos por los buenos ciudadanos que no votan.
Cuando en un sistema jurídico se crean excepciones, siempre quedan zonas grises y la soberanía del Estado se radica en quién tiene la potestad de llenarlas. Eso está pasando con la JEP y la decisión de suspender la extradición de Santrich, con fundamento en auto reglamento que ella misma dictó. No era necesario tanto apretujo institucional, la misma Corte S
Millones de personas vieron en directo la boda real británica, una de las dinastías mas rancias del planeta, de las características mas acentuadas. Es una norma de la realeza, que las uniones maritales sean entre los de su misma clase. Pero la boda del Príncipe y la plebeya fue de novela.
¡Por Dios! Que alguien nos tire un salvavidas.
Está bien que los dirigentes del Eln hayan resuelto ordenar a sus filas un cese al fuego durante la época de las elecciones. Dicen que "cesarán actividades militares del 25 al 29 mayo, para aportar a unas condiciones favorables que le permitan a la sociedad colombiana expresarse en las elecciones".
Ante la creciente ola de protestas venidas de diferentes sectores por la inseguridad en la capital y las informaciones estadísticas donde dan cuanta del incremento de varios delitos, creo que es mi obligación lanzar un aviso a las autoridades y la ciudadanía sobre un sector bien convulsionado de la ciudad, sin interés distinto al de prender las alarmas ante la sociedad en general.
En un país tan violento y tan cargado de agresión como ha demostrado ser Colombia, Iván Duque sorprende por la ecuanimidad de su discurso.