El pintor, escultor e intelectual de noventa y dos años, que acaba de morir con su esposa Lila de noventa y seis, en un accidente casero, fue la figura más representativa del arte peruano desde los años cincuenta del siglo XX cuando presentó primera exposición de arte abstracto. Su padre polonés, melómano culto y neurótico, jamás se separaba de la mascota, el manso oso perezoso Torcuato.
La actividad minera en el país se rige por la Ley 685 de 2001, la cual fue reformada mediante la Ley 1382 de 2010, pero a poco andar fue declarada inexequible por parte de la Corte Constitucional por no haber cumplido con el requisito de la consulta previa. La Corte moduló su fallo, dándole un plazo de dos años al Congreso de la República y al Gobierno para tramitarla nuevamente y al no cumplir con dicho cometido volvió a recobrar vigencia la Ley 685 de 2001.
Uno de los mayores problemas que enfrentan los jueces de la especialidad penal en cualquier lugar del mundo es la existencia de los llamados juicios paralelos. Se entiende por ellos, los que se adelantan en los medios de comunicación al ritmo de la exposición de las pruebas que van practicándose en las audiencias públicas.
Son claras las tendencias de la sociedad internacional actual en cuanto a la pluralidad innovadora, la firmeza decisiva y la integridad inquebrantable.
Aunque hay múltiples casos que ilustran con claridad estas corrientes, basta concentrarse en tres, muy recientes y en curso, para destacar que Colombia también podría vincularse a la reconstrucción colectiva del sistema a partir del 2018, en vez de permanecer en el limbo al que la tiene sometida el pragmatismo Santos - Farc.
Primero que todo, resuena el triunfo de Macri en las elecciones congresionales argentinas.
Del 18 al 20 de octubre pasado, Cartagena de Indias fue el epicentro de los temas relacionados con las transacciones de bienes, productos, commodities y servicios en el mundo bursátil del sector agropecuario colombiano, dentro de un ambiente empresarial y gremial de connotaciones excepcionales.
Entre cien y trescientos importantes ejecutivos, académicos y profesionales, concurrieron respectivamente durante tres días consecutivos, a dos convocatorias.
El narcotráfico es una de las grandes tragedias de Colombia, representa una grave amenaza para la seguridad, la economía, la democracia y la salud pública. Es un negocio tan rentable, que ante los carteles de la droga, el Estado es débil. La lucha contra el tráfico de drogas ilícitas ha consumido gran parte de la energía y los recursos de nuestro país desde los años 80, lo que debimos haber invertido en desarrollo, infraestructura y lucha contra la pobreza, se lo ha consumido el narcotráfico.
Era un ritual reservado para los domingos en la tarde. Cada par de meses, o antes si algún acontecimiento especial lo ameritaba, Nancy sentaba a Mike y a Tom en la mesa del comedor con un plástico improvisado de Walgreens y les ponía una taza verde en la cabeza mientras con las tijeras repasaba meticulosamente los bordes plásticos de ésta hasta darle forma a un corte decente. Las bondades milenarias del peluqueado de totuma, que hasta entonces yo consideraba un conocimiento ancestral reservado para los colombianos, convertían su cocina en una fábrica de Beatles.
Casi sin despertar interés ni suscitar debate, la prensa especializada en temas de negocios publica frecuentemente tablas comparativas sobre la situación económica mundial, en las que Colombia aparece siempre rezagada.
La semana pasada me llamó la atención las comparaciones mundiales sobre la competitividad económica del último año, en el que, al contrario de las peroratas del Presidente Santos y su Ministro de Hacienda, con las que intentan engañarnos, ocupamos como siempre un lugar profundo al final de la tabla.
Se reanuda la lucha electoral. Ya se siente la puja en las ciudades y el contraste de los estilos políticos. La coalición de Antioquia, Santander y Bogotá (Fajardo, Robledo y López) hace hincapié en mensajes de opinión. Mientras el grupo del llamado “Cambio Radical” tiene a Vargas conversando con concejales, diputados, representantes y senadores, uno por uno en fila de hormiga, en los departamentos.
Ya no hay dudas -yo nunca las tuve-: Óscar Iván Zuluaga es el presidente legítimo de Colombia, y al no serlo en la práctica, la historia de nuestra democracia cargará con esa vergonzosa mancha. En la primera vuelta de la contienda electoral de 2014 le sacó ¡458.156 votos! a Juan Manuel Santos. ¿Qué pasó entonces?