El incidente presentado la semana pasada con el “desembarco” de 60 soldados venezolanos en territorio del departamento de Arauca no es un hecho cualquiera. Es un episodio que reclama toda la atención del Gobierno colombiano porque significa que las autoridades del vecino país deben estar preparando algún plan en la zona limítrofe con el fin de distraer a la opinión pública sobre la compleja crisis interna que allá se vive, como ha ocurrido en diferentes épocas de nuestra accidentada historia.
La OEA se ha caracterizado por su ineficiencia, lo que fue más notorio durante el período como Secretario General de José Miguel Insulza. Desde 1962 cuando la OEA suspendió a la dictadura cubana, decisión que le fue anulada en 2009 bajo la secretaría de Insulza, hasta ahora cuando la organización se dotó de un Secretario General de firmes convicciones democráticas y cuando el régimen socialista venezolano ha llevado a ese país a una terrible crisis humanitaria de increíbles proporciones, la OEA no desarrollaba un papel significativo.
Con esa frase el Presidente Santos pretende eludir la responsabilidad de que su campaña haya violado las reglas electorales. No es un tema menor como pretenden presentarlo. No es el tamaño de la sanción, ni la jerarquía de la norma que prohíbe que empresas extranjeras donen recursos a una campaña. Lo preocupante es que se evidencia lo que muchos empresarios y ciudadanos habían denunciado. Las cuentas de las campañas de Santos no son tan santas como nos las había pintado.
Con ocasión de la próxima visita del Papa Francisco a Colombia, en el mes de septiembre, surgieron varias iniciativas de proyectos de ley que se presentaron al Congreso de la República, todas con la misma finalidad: reducir las penas que cumplen condenados por diversos delitos. Justifican la medida en la costumbre que se tiene en éste y otros países con población cuya mayoría profesa la religión católica, de expedir una Ley de Jubileo por la visita del Papa.
SI a la economía y al país les va mal, la gente anda desplatada, ¿Cómo es que más de 1 millón de personas salieron de la extrema pobreza?
Si los últimos dos años han sido flojos para negocios, inversiones y los hogares, ¿De qué manera logramos mejorar la calidad de vida de tantos colombianos?
En medio de incertidumbre política, nubarrones en economía, desconfianza en las instituciones y mala imagen del Presidente Santos, ¿Cómo pudimos ser un país menos pobre y desigual?
J.M. Keynes (1883 – 1946) fue un economista inglés quien vivió los dos períodos de la primera y segunda guerra mundial en carne propia. Esa sería una de las diferencias que se deben aportar al momento de hacer una comparación con M. Friedman. A Keynes, le tocaron los dolorosos, a Friedman los gozosos.
Tal vez, por esta razón, Keynes enfatizó en su teoría económica sobre el control del gasto y la forma de cómo alcanzar la generación del pleno empleo a través de la inversión estatal por medio de la infraestructura (Leer J.M Keynes. Skidelsky R, 2013. RBA libros, Barcelona).
Aunque hubo retiro de tropas venezolanas de la margen del río Arauca, la semana pasada, la movilización militar continúa silenciosa, rondando frontera colombiana en el extremo entre Arauca y Guainía, de acuerdo con comunicación de labriegos en los últimos dos días, recibidos en Arauca y Cúcuta.
¡Disney, con mis hijos no te metas! Exclamó a pulmón abierto el Concejal de la Familia, un valeroso hombre defensor de la vida, la familia y los valores. Marco Fidel Ramírez, concejal de Bogotá, desató una campaña de boicot en contra de la película “La Bella y la Bestia” producida por Disney, donde claramente hacen apología al homosexualismo con sus personajes que son admirados por los niños.
La crisis institucional, política y jurídica que vive Colombia es muy grave, no solamente por cuanto el propio Congreso, por iniciativa del Gobierno, ha sustituido la Constitución de 1991 -sin que la Corte Constitucional haya hecho nada en defensa de dicho Estatuto- sino porque se ha perdido por completo la independencia entre las ramas y órganos del poder público; el Congreso es un apéndice del Ejecutivo, y el sistema de frenos y contrapesos no funciona.
No pretendo ser repetitivo cuando retomo el tema de la corrupción, pero desde hace un par de semanas he quedado muy pensativo al respecto y he tenido la oportunidad de escuchar testimonios respecto de los efectos que ésta tiene en la sociedad, los cuales me parecen dignos de compartir.