El terror en que vivimos se ha vuelto cuotidiano; no es la inseguridad constante a la cual nos hemos acostumbrado, aquí y en todo el mundo, esa que nos causa el ladronzuelo al arrebatarnos el bolso o arrancarnos una joya; o el hampón que se lleva la bicicleta, o el carro o se cuela en la casa a robar y nos deja desconcertados y enfurecidos, pero generalmente vivos.
Con el nuevo año llego la circulación de los billetes de dos mil que registran la imagen de la inmortal artista antioqueña, Débora Arango Pérez.
Desapareciendo del panorama el conflicto armado con las Farc, quedará en el ideario nacional inquietudes sobre cambios radicales en los escenarios, que surgirán ante la implementación de aquellos acuerdos firmados con esa guerrilla, por lo que la responsabilidad de las administraciones municipales de cara a la seguridad ciudadana se potenciará, porque las amenazas de la delincuencia, tanto común como organizada, seguirán al orden del día.
La propuesta para que Colombia se afilie a la Organización del Tratado del Atlántico Norte es anacronismo, otra necedad, demostración de subdesarrollo. Esta organización creada por Estados Unidos y Europa Occidental, después de la segunda guerra para frenar el comunismo, que dio lugar como respuesta a la suscripción del Tratado de Varsovia impulsado por la Unión Soviética y los países de su órbita, no tiene relación con Latinoamérica, ninguna de sus Naciones es miembro, se habla de cooperación militar. ¿De qué se trata?
El coronel Hernán Mejía Gutiérrez fue condecorado en abril de 1999 como el “mejor soldado de América”. Estuvo como comandante en el Cesar, donde en su campaña contra las Farc y las Autodefensas perdió 23 hombres y tuvo 62 heridos, pero liberó al departamento de los retenes, los secuestros, las extorsiones y la violencia. Pero un día, en enero de 2007, el ministro de defensa, Juan Manuel Santos, lo presentó como “un alto oficial con vínculos con el Bloque Norte de las Autodefensas de Jorge 40”. Las Farc empezaron a pasarle factura por su labor en el Cesar.
Mañana 11 de enero empieza el año judicial que terminará el próximo 19 de diciembre de 2017. La tarea judicial se muestra este año especialmente compleja por los retos que va a tener que enfrentar la administración de justicia.
El pálido y destemplado final del gobierno Obama es la perfecta antesala para lo que vendrá en los Estados Unidos y el hemisferio con la posesión del nuevo presidente, el próximo 20 de enero.
Al no poder construir el equilibrio de poder global con Rusia, tarea a la que se consagrará Trump, terminó expulsando diplomáticos en una clara confusión entre la política doméstica, marcada por su frustración ante la derrota de Clinton, y la política externa, marcada por la debilidad de la que se han beneficiado todo tipo de transgresores.
Wikipedia define la palabra escándalo como “un incidente ampliamente publicitado que incluye acusaciones de proceder incorrecto, degradación o inmoralidad”. Para la Real Academia de la Lengua Española la atribuye a “un hecho considerado inmoral o condenable y que causan indignación y gran impacto públicos”. Traemos a colación estas dos acepciones de la palabra escándalo para contextualizar lo acaecido en la población de Conejo en La guajira el pasado fin de año en la zona de pre-agrupamiento de las Farc.
En cabeza del entonces Representante a la Cámara por Bogotá, Miguel Gómez Martínez, iniciamos un proceso de recolección de firmas para revocar el mandato de Gustavo Petro como Alcalde Mayor de Bogotá. Sus chambonadas, la mala gestión, los escándalos de corrupción de la Bogotá Humana y el descontento generalizado de la ciudadanía, nos llevaron a promover la revocatoria del mandatario que había llegado al Palacio de Liévano con apenas el 30% de los votos de los bogotanos.
Se suponía que desde los ataques del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas en Nueva York la aviación civil dejaría de ser un blanco y un medio para que los terroristas cumplieran sus objetivos. No fue así. Desde el 2001 ha habido numerosos ataques terroristas ya sea contra la infraestructura aeronáutica, como es el caso de los aeropuertos, o contra las mismas aeronaves.