El ex presidente Gaviria fue designado por el Gobierno como el vocero del SÍ en el Plebiscito. Seguramente los asesores de Palacio sugirieron esconder a Santos y alejarlo de la contienda para que la campaña no cargue con el lastre de la animadversión que tienen los colombianos hacia él. Pero el Gobierno se equivocó, sacó a la candela a un jefe de debate con rabo de paja, envalentonado por disfrutar de nuevo de la burocracia y el poder y de una fortuna con la que, dicen, no contaba antes de ser Presidente.
A propósito del paro camionero contra el Gobierno, luego de 45 días con inmensos perjuicios para el sector privado que es el que les proporciona la carga, se llegó a "un arreglo" donde los afectados quedaron por fuera; nadie les va a reconocer sus grandes pérdidas.
En un país que se había acostumbrado a establecer la equivalencia estrambótica entre complicidad con la corrupción y Contraloría General de la República es necesario exaltar, como lo merece, la gestión del actual titular, Edgardo Maya Villazón.
Su denuncia reciente del escándalo de la salud en Córdoba demuestra que es posible confiar en el control fiscal de la administración y de los particulares o entidades que manejen fondos o bienes de la nación que ordena la Constitución.
Desde que el Gobierno les quitó a las Farc su bien ganada condición de amenaza terrorista y las sentó a una mesa, mas no a definir las condiciones que el Estado exigiría para su reinserción, sino a negociar las modificaciones al Estado de Derecho que las Farc exigirían para reincorporarse; las negociaciones quedaron marcadas por una ilegitimidad insubsanable, que terminaría en un verdadero caballo de Troya para minar desde adentro nuestras instituciones.
Hablar de la paz se vuelve una obsesión de la población sometida a una ofensiva propagandista en los medios de comunicación, sin entrar en el análisis de Kant sobre “la paz perpetua”. Al respecto al diccionario de la Real Academia de la Lengua define la paz en su primera acepción: “Situación en la que no existe lucha armada en un país o entre países”.
La solicitud de aplazamiento de la Convención Nacional del Partido Conservador, formulada por la bancada parlamentaria, sorprende hasta al más avezado y experimentado observador político. En vísperas de la realización de un plebiscito sobre un acuerdo de paz es evidente obligación de las colectividades partidistas orientar a sus militantes, fijando posición sobre la conveniencia o inconveniencia de su contenido. Así lo harán los demás partidos colombianos en ejercicio de la más elemental de sus actividades políticas y de la más obvia de sus responsabilidades con el país.
El protocolo es el conjunto de normas, tradiciones, costumbres y técnicas que la sociedad y los individuos disponen para la organización de sus actos, su convivencia y sus relaciones y la Diplomacia se define como el conjunto de personas e instituciones que se ocupan en un Estado de los intereses y las relaciones con los demás Estados.
Una sociedad no vive sin utopías, es decir, sin un sueño de dignidad, de respeto a la vida y de convivencia pacífica entre las personas y pueblos. Si no tenemos utopías nos empantanamos en los intereses individuales y grupales y perdemos el sentido del bien vivir en común.
Leonardo Boff
Con politiquería de baja monta, con veleidades de figuración y con precampañas presidenciales, será una difícil etapa final para el proceso de paz.
En éste mar embravecido de señalamientos, y reacciones viscerales, la primera sacrificada es la verdad.
Durante todo el proceso de conversaciones en La Habana, la constante ha sido descalificar al ex presidente Uribe y a los integrantes de Centro Democrático con la sindicación falaz de ser enemigos de la paz.
Desde un principio el Gobierno escogió dicho camino por cuanto decidió que esa era la estrategia electoral apropiada.
Y no la ha abandonado.
A pesar de la complejidad estadística que acarrea, se está desenvolviendo por estos días un importantísimo debate para las finanzas públicas del país, a saber: ¿Qué está pasando, y sobre todo, qué va a pasar en el futuro con los presupuestos de las entidades territoriales provenientes de las regalías?