En estos últimos días pre y post pascuales, la actividad político-electoral parece estar decantándose de una manera natural y obvia.
Pasada la Semana Santa, todos volvemos a nuestras andanzas. Nadie piensa en la situación que atravesamos, ni los riesgos que se nos vienen.
Los más beneficiados lograron regresar tras penosas horas de carretera. En las 19 autopistas que anuncia el gobierno haber construido, solo medio operaron los gravosos y abusivos peajes.
Por supuesto que los seres humanos debemos perdonar. Es una actitud valiosa frente a quien nos ha hecho daño, que libera y enaltece. Desde ese punto de vista filosófico, ético y social, el perdón es bienvenido. Cosa distinta es el perdón jurídico por los delitos que se cometieron y han sido objeto de sentencias condenatorias. Nuestro sistema legal permite la amnistía y el indulto por delitos políticos, no por los de lesa humanidad, corrupción, o narcotráfico, con un procedimiento complejo donde participa el Congreso de la República.
Las últimas semanas hemos estado envueltos en un revuelo por el llamado “pacto de la Picota”. Una temible narrativa donde, a nombre de Petro, el candidato presidencial, se han visitado diversos presos vinculados con la corrupción, delitos de lesa humanidad y narcotráfico buscando apoyos políticos a cambio de rebajas de penas.
“El poder no es un medio, sino un fin en sí mismo. No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace la revolución para establecer una dictadura”
-1984, George Orwell.
Sin temor a exagerar, se puede afirmar que los resultados de la encuesta de cultura política (ECP), que presentó el DANE hacia finales de marzo, muestran hoy, con diferencia de un mes, la profundización de los temas y exacerbación de los indicadores menos buenos.
No es extraño que personas debidamente condenadas por diferentes delitos, bien sean por corrupción, parapolítica, narcotráfico, crímenes o masacres, estando internados en prisión mantengan poder electoral y recursos económicos que seduzcan a los candidatos, quienes en su afán de obtener el poder presentan propuestas dentro de su ideario que favorezcan a estas personas, obteniendo así su apoyo a cambio de proyectos que se encaminen al indulto en unos casos, en otros al perdón y olvido o en casos extremamente delicados, rebaja de penas o detención domicilia
En el país existe un consenso ético en favor de los animales, es un hecho irrebatible, al punto que en la última década se han dado algunas transformaciones relevantes en el ordenamiento jurídico que tienen como propósito mejorar las relaciones entre animales racionales y no racionales.
El artículo 30 de la Ley 996/05 (Estatutaria de Garantías) prohíbe al presidente de la República, durante cuatro (4) meses anteriores a la fecha de votación, primera vuelta, "referirse a los demás candidatos o movimientos políticos en sus disertaciones o presentaciones públicas, como Jefe de Estado o de Gobierno"
La idea de cómo la corrupción es algo que afecta solo presupuestos y fondos del Estado o de incremento de la riqueza de algunos privilegiados, mediante la intervención de grupos de poder en provecho de sus patrocinadores, olvida una consecuencia básica de descomposición social y es la afectación a los derechos humanos de la población.