Empieza una semana santa más para el mundo católico, pero a la par de ella una nueva oportunidad de recuperación del sector turístico, después de sufrir su peor época en pandemia. Anato estima que más de 1,2 millones de pasajeros nacionales y extranjeros, visitaran los sitios turísticos que ofrece nuestra geografía.
Hace muchos años, en un muro bogotano se leía ese grafito: “Patria Boba, no se deje”, en alusión al calificativo que nuestro Precursor Antonio Nariño dio a los intentos de vida independiente y constitucional de 1811 a 1815.
Me emocionan las gentes que cultivan el sosiego a través de la auténtica palabra, que fraternizan con los lenguajes que salen de adentro, que han desterrados vocabularios indecentes de sus vidas; pues, no hay pobreza mayor, que enfrentarse entre análogos. La realidad por sí misma, nos llama a repensar el período, a trabajar nuestro interior con otro despuntar más humilde, en coherencia con el epígrafe inclusivo, que no tiene otro significado, que el de sentirse familia para reconstruir ese porvenir armónico de la raza humana.
No puede ser que la caída de una página estatal se prolongue tanto, como prolongó la caída del portal del Instituto Nacional de Medicamentos y Alimentos (Invima). Fueron casi 30 días en los que la web simplemente estaba fuera del aire. Con un agravante: en época de pandemia.
Las vigencias futuras son una inteligente figura de nuestro derecho presupuestal que permite comprometer recursos más allá del estrecho marco de la anualidad, cuando se trata de financiar obras que por su magnitud requieren un flujo de recursos asegurado durante varios ejercicios presupuestales.
Cada día tendremos que ser más precisos en los temas religiosos. Por ejemplo, hoy comienza la llamada semana santa para los católicos. Pero ya para muchísima gente no tiene ningún carácter sagrado, entre otras razones, porque el aspecto laboral se conserva hasta el miércoles. Pero sobre todo porque para multitudes enteras el único y principal plan es el descanso y descanso a la colombiana, o sea, como dicen los jóvenes, nada que ver.
“Un hombre nunca es lo suficientemente cuidadoso en la elección de sus enemigos”. Oscar Wilde.
La omnipresencia de la guerra en Ucrania en las noticias, en los comentarios de analistas y expertos, y en las conversaciones cotidianas, es absolutamente comprensible. Es verdad que hay otros conflictos armados en el mundo, pero ningún otro involucra de forma tan directa a una de las grandes potencias, ni concierne tanto a otras dos, ni interpela directamente a la más poderosa alianza de la historia. Es verdad que hay otros problemas y desafíos acuciantes -como el cambio climático-, pero ninguno tiene ahora mismo consecuencias tan inmediatas, directas,
¿Cómo salir de la cultura de la guerra, instalada a nivel global como si no hubiese alternativa? Creo que la respuesta viene desde adentro hacia afuera.
El recién elegido presidente del Partido Popular ha tenido un estreno muy institucional. Primero, como es lógico, con el Jefe del Estado y, luego, con el presidente del Gobierno. Tres horas duro el encuentro "muy cordial" en Moncloa, pero bastó apenas un minuto de comparecencia para que Núñez Feijóo sentenciara que no podía dar ninguna buena noticia en lo que a economía se refiere.