Son los jóvenes los que visiblemente se pronuncian en cada manifestación, son los que se relevan, ciudad por ciudad, la protesta con más gritos de amargura y desesperación que con una agenda seria de peticiones viables y cumplibles.
Solo una cosa tienen en común todos ellos, al unísono responsabilizan al gobierno nacional de todos los males que hoy aquejan a este país. De manera unánime identifican al opresor en todo lo que representa el Estado.