La entrevista que Gustavo Petro concedió el otro día a la revista Semana es suficientemente reveladora.
Primero, Petro se siente presidente y sabe que, más allá de subjetividades, ahora cuenta no solo con mediciones empíricas del clima de opinión que respaldan su expectativa, sino también con una derecha resquebrajada y frustrada.
Definitivamente la mayor preocupación de las autoridades, y claro está de nuestros ciudadanos del común, es la seguridad; tanto los unos como los otros se desviven buscando fórmulas y estrategias que les permitan enfrentar todo tipo de amenazas, direccionadas por la delincuencia contra el pueblo.
Voy a hacer una pequeña explicación jurídica en lenguaje para legos: cuando hablamos de procesos judiciales de cualquier índole -nacionales o internacionales, penales, civiles, administrativos, laborales etc.-, lo primero que hay que determinar es si el juez es competente, es decir, si tiene facultades para llevarlo a cabo. Si no lo es, el demandado puede plantear lo que se llama una excepción preliminar de incompetencia para que no sea ese juez sino otro el que decida el caso.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medioambiente y el Desarrollo de 1992, que tuvo lugar en Río de Janeiro y que marcó un hito histórico, declaró el 22 de marzo de cada año como el Día mundial del agua. Se trataba y se trata de llamar la atención de la comunidad internacional sobre la importancia del recurso hídrico, sobre la necesidad de protegerlo y hacer un uso más racional del mismo.
De una u otra forma muchos de los actuales alcaldes y alcaldesas en Colombia seguramente fueron activos partícipes del proceso constituyente de 1991 o su vida política se inspiró y tuvo posibilidades en consecuencia con la gran reforma de apertura democrática y énfasis municipal que adoptó la nueva Constitución Política, sobre todos para quienes no son herederos o agentes de clanes o casas políticas.
En un principio fuimos agua. La tierra misma es más agua que polvo y con el cuerpo ocurre igual. El agua es purificación, curación y cultivo. Es el ritmo palpitante del mar y el constante fluir del río que evoca la existencia en movimiento. El agua nos liga a una forma de identidad colectiva con la naturaleza, más allá de lo humano y, muchas veces, a pesar de la misma humanidad; de allí su carácter sagrado en todas las culturas, religiones y tiempos.
La emergencia económica en reacción a la pandemia generó ciertas respuestas de momento que, según las circunstancias, han llevado a hacer uso de las reservas, a ahorrar de manera preventiva, mantener efectivo, restringir los gastos y acudir a alivios y en casos más extremos a liquidar inversiones o sortear el desempleo, con la esperanza no sólo de recuperar la senda de la normalidad - bien con la vacuna, los tratamientos y la adaptación del sistema de salud- si no de la pronta recuperación económica.
Hace una semana se publicó un informe llamado Atlas Latinoamericano de Cuidados Paliativos, que es un reporte que se viene realizando hace algunos años que pretende evidenciar el desarrollo de este tipo de cuidados en la región. Se realiza con el apoyo de la Asociación Latinoamericana de Cuidados Paliativos (ALCP), la Asociación Internacional de Hospice y Cuidados Paliativos (IAHPC) y la Universidad de Navarra en España.
En abril de 2017 Sara, con tan solo 3 añitos, fue llevada por maltrato y abusos al hospital público de Armero Guayabal. Quienes la encontraron en tan deplorable estado optaron trasladarla a la capital tolimense donde solo alcanzó a sobrevivir un día más. Desnutrición, violencia física y abuso sexual sobre esa frágil humanidad fueron las causas del deceso.
Hace unos días, Gustavo Petro aseguró que la última vez que visitó Venezuela fue en el 2006. Pero una entrada de la página web de la Alcaldía de Bogotá, titulada “No venimos a un entierro, venimos a una siembra”, dice lo siguiente: “En entrevista concedida a la cadena de televisión Telesur, desde Caracas, Venezuela, el alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro Urrego, contó anécdotas sobre su primer encuentro con el fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez Frías.” La publicación es del 8 de marzo del 2013.