“Yo no sé, atenienses, la impresión que habrá hecho en vosotros el discurso de mis acusadores. Con respecto a mí, confieso que me he desconocido a mí mismo; tan persuasiva ha sido su manera de decir. Sin embargo, puedo asegurarlo, no han dicho una sola palabra que sea verdad”.
Desde hace 4 años el mapa de los riesgos globales pinta cada vez más verde. Los riegos ambientales han venido ganando relevancia y generando cada vez más preocupación, no sólo en términos de probabilidad sino en cuanto a la gravedad, profundidad e impacto de su eventual (¿inminente?) ocurrencia. El último Reporte de Riesgos Globales del Foro Económico Mundial subraya, en ese sentido, la necesidad de abordar con urgencia el desafío que plantean cuestiones como el clima extremo, la insuficiencia en la adaptación al cambio climático, la pérdida de la biodiversidad, los desa
El ego no es un enemigo: todo lo contrario. Si somos capaces de mirar un poco más allá de lo evidente, es un aliado para hacer aprendizajes fundamentales.
La sacó a bailar en una de las fiestas que organizó Cayetano Gentile en el diciembre de 1945 y enseguida le propuso matrimonio. Desde entonces no volvieron a separarse en el baile azaroso, intenso y maravilloso de sus vidas. Mercedes Barcha Pardo nació el 6 de noviembre de 1932 en Magangué, pero sus padres, Demetrio Barcha y Raquel Pardo, vivieron algunos años en Sucre y en Barranquilla.
De niño contaban que en Dinamarca un circo se estaba incendiando y que el director del circo mandó al payaso que corriera al pueblo a pedir ayuda, pero el mensajero no alcanzó a quitarse el disfraz y el pobre gritaba, desesperadamente, auxilio, incendio, y todos se reían de él, creían que estaba haciéndole publicidad al circo, y mientras este mas gritaba y lloraba, la gente lo aplaudía mas, se reían y lo felicitaban por su estupenda actuación. Nunca le creyeron que estaba diciendo la verdad. Poco después el fuego abrasó el pueblo.
Es difícil encontrar en la moderna historia colombiana un dirigente político más combativo y combatido que Álvaro Uribe Vélez. En estos últimos años lo hemos visto, leído y escuchado defendiéndose a capa y espada, sin dar ni pedir cuartel, contra sus enemigos y adversarios que hacen hasta la imposible por amargarle la vida. Siempre brinda un verdadero espectáculo de su inteligencia y se muestra profundo conocedor de la vida nacional.
Frente a la emergencia por el coronavirus se afianzó una experiencia que pasó a la historia del país, y, en adelante deberá impulsar Cultura Ciudadana, para vivir primero como humanos, con estricta prevención y aseo.
Muchas de las tareas y trabajos que hasta hace poco tiempo ejecutaban los seres humanos se confían hoy a las máquinas pensantes, inventadas por la cibernética para sustituir la actividad no solo física, sino mental que venia realizando el hombre. Y esto con el agravante de que las máquinas no hacen huelgas, no se enferman, no se fatigan, no protestan, no piden aumento de sueldos y no hacen exigencias. Esto arrinconan a pobres, profesores y cuantos ofrecen trabajar.
La sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (IDH) sobre el caso Petro desató un debate en el que hasta ahora han prevalecido los odios y sesgados intereses políticos sobre el análisis desapasionado que debe predominar para orientar las decisiones que el Estado debe tomar necesariamente. Los fallos de la Procuraduría que han decretado sanciones a servidores públicos de elección popular, siempre se han tomado de conformidad con el diseño constitucional vigente en Colombia.
La renuncia del presidente Uribe debe significar que su proceso pasa a la fiscalía. Esto si aún existen mínimas garantías. Dejar su curul es la forma de encontrar justicia imparcial y sin sesgo ideológico en su contra, pero también es una pésima noticia por lo que su pérdida significa para la democracia de nuestro país.