Hace dos años la lluvia helada y el tremendo viento frío que zarandeaba las sillas, las sombrillas y banderas en forma de pendón dispuestas en el escenario de la posesión del Presidente, que interrumpía con un sonido huracanado su discurso y confinaba bajo techo a muchos de sus espectadores en la plaza, pareció vaticinar que a su gobierno lo visitaría el Cisne Negro, “el impacto de lo improbable” y en esta caso lo fueron dos por falta de uno: el Covid-19 y la detención domiciliaria preventiva del Presidente Uribe,
Es un piano. Un piano blanco con buena presencia y ya tiene sus años y su carácter, pues con estos instrumentos ocurre que, con el tiempo, cada vez suenan mejor. Desde la escuela de música ha acompañado a varias generaciones a alegrar al mundo, ha visto a los alumnos convertirse en músicos y cada vez que ellos vibran con el público algo en él resuena y todo se llena de esperanza.
Para nosotros, los republicanos, la monarquía tiene, por supuesto, un significado que por razones históricas difiere mucho del que identifica a varios pueblos de Europa.
Ante la crisis el manual recomienda mantener la calma y al piloto mostrar sus habilidades para maniobrar en medio de las dificultades con el objetivo de poner personas y nave a salvo. Pero, ante una crisis como la desatada por la pandemia, no basta con esto. Además de medidas provisionales de salvamento se requiere un buen plan para lo que dejará la tempestad.
Mis palabras, con ocasión de un debate de control político a raíz de la decisión del Gobierno Nacional, que no compartí, de liquidar a las electrificadoras subsidiarias de Corelca para privatizar la prestación del servicio de energía eléctrica en la región Caribe resultaron premonitorias: vamos a salir de las llamas para caer en las brasas.
Empezaron desprestigiando el periodismo y ahora quieren ejercerlo para implantar su narrativa sin cuestionamiento. Desde hace algunos años los políticos han hecho ver a la prensa como su mayor enemigo. Encontraron en el ataque a los medios una estrategia rentable; No en vano los uribistas han sido incesantes en diseminar la idea de que en Colombia los periodistas son “enmermelados”.
Ser la ciudad más antigua de Sur América, fundada el 29 de julio de 1525 por Rodrigo de Bastidas, le da a Santa Marta una preponderancia histórica, aparte de su envidiable localización geográfica sobre el Caribe.
Visto desde una perspectiva no legalista sino de legitimidad ante la ciudadanía, la justicia funciona cuando su imparcialidad política es incuestionable. Como escribió Thierry Ways en El Tiempo, la comparación entre el tratamiento proferido al expresidente Álvaro Uribe y a alias Jesús Santrich deja dudas sobre la imparcialidad de la Corte Suprema.
En la tragedia griega, Prometeo decide ayudarles a los mortales; les enseña los números, los oficios y, la mayor osadía, roba el fuego del Olimpo en una caña encendida para regalárselo a los humanos, sumidos en la oscuridad y el abandono. Por designios de Zeus y su caterva de dioses mezquinos, es encadenado a un risco y paga con su libertad por ello.
Se cumplieron dos años del gobierno del presidente Iván Duque y, con base en la inusitada cantidad de entrevistas que ha concedido, es lamentable tener que decir que sigue sin encontrar un norte, es decir un sentido de propósito común que el grueso del país -no solo los empresarios- acoja por su pertinencia y necesidad sentida, hasta tal punto de que el ciudadano del común pudiera decir algo así como “¡eso es lo que hay que hacer!”.