“Marche el 21, presidente, para que vea lo que vive el país”
Quedan escasas cuatro semanas para cerrar la actual legislatura. La ponencia para la discusión de la reforma tributaria (o ley de financiamiento II) apenas se vino a radicar esta semana. Por razones legales y constitucionales la reforma tiene forzosamente que estar aprobada antes del 31 de diciembre si se quiere que rija para el año fiscal 2020. Éste, además, es el plazo de supervivencia jurídica que otorgó la Corte Constitucional. Son, pues, unas semanas cruciales las que se avecinan.
Hugo Chávez, con su generosa chequera petrolera, favorece el ascenso de Evo Morales, uno de los dirigentes de izquierda más radicales y al mismo tiempo hábil negociador y demagogo, quien, como vocero de los indígenas y sus costumbres ancestrales defiende los cultivos de coca. Según su discurso: “Esta hoja de coca representa los cultivos andinos. Representa el medio ambiente y la esperanza de las gentes. No es posible que la hoja de coca sea legal para la coca cola y sea ilegal para otros consumos en nuestro país y todo el mundo”.
Regresaba a mi casa en días pasados, en horas de la noche. Había llovido mucho y la ciudad estaba empapada. En la distancia apareció un de esas carretas gigantes repletas de cartón y papel que usan los recicladores y que ellos mismos halan con sus brazos hercúleos.
LA cascada de acontecimientos que se ha producido desde el pasado 20 de octubre en Bolivia no deja de producir noticias, suscitar reacciones, movilizar simpatías y afinidades de distinto signo, y estimular toda suerte de análisis, unos más especulativos que otros. Con el correr de los años, acaso inspire alguna novela.
Estamos celebrando, en estos días, y con razón, los treinta años de la caída del absurdo Muro de Berlín -una de las tantas infamias del siglo XX (del 9 de noviembre de 1989)- y el reencuentro con familiares, amigos, vecinos de la misma ciudad. Este Muro que dividió, por más de 28 años, por razones ideológicas, una de las ciudades más antiguas y emblemáticas de Occidente. No se previeron las consecuencias de desconocer la naturaleza humana, las leyes propias de la persona humana.
Es mucho más interesante Inspirar que dar ejemplo. Inspirando alentamos a otros a dar lo mejor de sí. Dando ejemplo apostamos por sociedades de clones.
El próximo 21 de noviembre habrá un gran paro nacional que festejamos por ser el ejercicio del derecho fundamental a la protesta. Sin embargo, las causas de paro no son claras; hay un catálogo de verdades a medias y quejas sobre viejos problemas cuya solución no es simple ni será rápida.
Quienes hemos tenido la fortuna de conocer a José Alejandro Cortés Osorio y compartir con él su visión de vida y de país, no podemos menos que sentir orgullo de colombianos por ser compatriotas suyos y por haber tenido la oportunidad de acercarnos a una vida tan excelsa y ejemplar. En pocas ocasiones la Cruz de Boyacá ha sido tan justo y merecido reconocimiento como el que recién le brindó el presidente Duque.
“Colombia es un país diverso y multicultural, un país para todos y de todos”.