Ocurrió el martes pasado, en horas de la tarde. Con pico y placa, opté por irme a un Juzgado del Centro de Cali en el sistema MIO: el T-31.
Llamar a las mujeres el sexo débil es una calumnia; es la injusticia del hombre hacia la mujer.
Mahatma Gandhi.
Al querer recordar, siquiera brevemente, los hechos que llevaron a la Independencia de nuestra Colombia, con proyección a Venezuela y Ecuador, y hasta Perú y Bolivia, resultan estrechas las líneas para resaltar los más salientes que nos llenaron de fervor patrio.
Uno de los más brutales ataques que sufrió la paz por parte del uribismo, ha sido que se trata de un proceso con impunidad, es decir sin castigo, sin pena para un puñado de combatientes que no pagarían un solo día de cárcel. Se pedía penalizar a todo tipo de delincuencia. La cosa cayó bien e iba calando en muchos sectores, porque en Colombia solo existe la justicia para los de ruana.
La Constitución del 91 estableció una amplia lista de aforados en razón de su cargo: Presidente de la República, Altos Mandos Militares, Ministros, Congresistas, Embajadores, Magistrados, Fiscal, Procurador, Contralor, etc. El fuero consiste en que de los eventuales procesos penales en que se viera envuelta alguna de estas personalidades, conocería para su juzgamiento, la Corte Suprema de Justicia; incluso algunos de estos, la investigación y otros deben tener un antejuicio en el Congreso de la República. En todos los casos el juzgamiento lo haría la Corte Suprema e
En los últimos tiempos se me ha dificultado encontrar un tema para escribir esta columna. A pesar de que me apasiona lo público ¿Por qué empecé a experimentar saturación, cansancio y hasta rechazo por la avalancha de noticias? ¿Más titulares sobre Santrich? ¿Sobre la corrupción en el Ejército? ¿Sobre la extradición de Andrés Felipe Arias? ¿Sobre otras chuzadas? ¿Sobre la JEP? ¿Sobre el ingreso de dineros de Odebrecht a las campañas poíticas?
Si Gobierno Nacional, sector privado y organismos regionales están decididos a emprender verdadero desarrollo, se podrá afirmar, en la segunda parte de este año, que ciudades, departamentos y comarcas estarán despertando a la realidad.
Pareciera que Colombia, de verdad, fuera el país del Sagrado Corazón de Jesús porque todas las semanas se producen una serie de noticias, acontecimientos, que lo dejan uno perplejo, estupefacto.
Lo más grave, a mi modo de ver el panorama nacional, consiste en que nos estamos quedando sin capacidad de respuesta.
NO prosperaron en su primer año de Gobierno las medidas del presidente Duque para reactivar el empleo.
Un fracaso la política de creación de trabajo en Colombia.
Incentivos y gabelas en impuestos a empresas no determinaron aumento de la nómina.
Mi generación los “baby boomers”, nacidos entre 1945 a 1964 fuimos los precursores del consumo masivo de drogas.