“Una prensa cínica, mercenaria y demagógica producirá un pueblo cínico, mercenario y demagógico”.
Joseph Pulitzer
“Una prensa cínica, mercenaria y demagógica producirá un pueblo cínico, mercenario y demagógico”.
Joseph Pulitzer
Se destapó del todo el Sr. Maduro, con todo su equipo, apoderados del vecino país so pretexto de defender la Revolución Bolivariana, que empobrece a su pueblo y enriquece a los gobernantes.
Hasta el más desinformado de los colombianos percibe en carne propia la zozobra generada por la alta tensión en la frontera con Venezuela.
¿A qué horas terminamos convertidos en uno de los epicentros más frágiles de la geopolítica mundial?
“Qué más te da, no es comunismo. Que sepan que hay gente que trata de confundirnos...”
Al dar el paso para avanzar primer trimestre de año, en el firmamento sobresale una estela de proyectos que tejen expectativas, sin mayores visos de realidades, sumidas en debates y objeciones, sin certeza de que serán legislación en 2022.
CONCLUYE primer bimestre y el país no es peor, tampoco mejor, que cuando entregó su mandado el expresidente Santos.
Las causas que generan desconfianza e incertidumbre, siguen ahí.
No mejora credibilidad en mayoría de instituciones públicas.
Imagen del sector privado no es buena. Sobornos, coimas y atajos ventajosos a la vera del camino.
Volter dijo una frase: “El derecho se fundamenta en la fuerza”. Una vez se la comenté a mi profesor de derecho constitucional y me increpó aterrado. Pero si analizamos el contexto de esta sentencia, vemos que la coercitividad es justamente eso. Si alguien está usurpando un terreno, el dueño se pone en manos de la ley, esta considera que así es, entonces dispone el desalojo por persuasión y al no ser acatado, la justicia recurre a la fuerza y lo desaloja con la policía.
El incidente de la imposición de multa a un ciudadano por la inofensiva y totalmente lícita conducta de comprar una empanada en la calle ha dado lugar a los apuntes humorísticos y a no poca burla, lo que se explica por el carácter irrazonable, desproporcionado y absurdo de la medida policial.
Me había abstenido de escribir mi columna sobre lo que viene sucediendo en nuestra política internacional. He sido Embajador ante el Reino Unido, Argentina, Sudáfrica y Embajador no residente ante las Naciones Unidas y sé lo delicado que son estos temas.
Nicolás Maduro se confirmó, ante la atenta mirada del mundo, como un vil e infame usurpador. Ya a nadie le cabe duda de que este dictador está enfermo de odio y de cinismo, que su vocabulario soez no es un montaje sino la realidad de lo que contiene su cerebro, que sus descabelladas mentiras son las de un mitómano desquiciado, no las de una mente sana.