Se llegó la hora de saber si realmente los colombianos son “buenos amantes” de la corrupción. Este domingo los sabremos y habrá caras largas, caras alegres y caras confundidas, según los resultados de las votaciones.

El llamado narcobus y la horrorosa tragedia que desencadenó, refleja el estado de desorden y peligrosa anarquía, que impera en todos los modos de transporte en Colombia excepto en el modo aéreo. Es evidente el desinterés, como política pública, en imponer órden en los otros modos de transporte. Las entidades del sector reaccionan en lugar de anticiparse. En el caso del narcobus ni siquiera se notó un conocimiento de las normas por parte de los altos funcionarios a cargo de estos temas.

Como verdadero camino hacia la paz, está, antes que acuerdos aun democráticamente adelantados, el poner freno a la corrupción en sus diversos aspectos. Antes que leyes y consulta anticorrupción está la recta formación de las conciencias y la ejecución de obras benéficas a la comunidad, sin búsqueda de personales provechos y ejecutadas con diamantina honradez.

Nuestro vecino no deja de sembrar perplejidades. Venezuela presenta una dicotomía institucional.

El presupuesto nacional refleja inequívocamente las intenciones verdaderas de un Gobierno, cuando coloca sus recursos en donde están sus preferencias. No hay allí misterio alguno. Es lo mismo que sucede en cualquier hogar si repasamos su lista de gastos.

Allí encontramos no solo unos números mudos. Cuantifican  cómo  su modo de vida mucho mejor que las prolongadas explicaciones que tratan de envolver en misterios las verdades que saltan a la vista.

El país está a las puertas de otro derroche de dinero, solo porque en el Congreso, tuvo eco la propuesta del partido de Gobierno y otros en coalición tendiente a preguntarle a la ciudadanía si quiere derrotar corrupción, “mermelada” y contratos serruchados bajo la mesa.

Comentar sobre el gobierno de Iván Duque Márquez con apenas unas semanas en curso resultaría mezquino, más aun cuando quienes llegan a sus respectivas carteras ministeriales comienzan a descubrir los huecos dejados por la anterior administración. Tales son los casos de las carteras de trabajo y salud. La Dra. Alicia Arango comentó en una entrevista con Yamid Amat, en CM&, que recibió una cartera totalmente desbalanceada. A su vez, el Ministro de Salud, Dr.

Que difícil se ha vuelto en Colombia creer en la justicia, cuando esta glorifica y premia a los violadores de niños en nombre de una rebelión. Si bien es cierto que para que exista la paz entre los alzados en armas y el Estado es necesario hacer concesiones, también es cierto que miles de colombianos han sufrido el atroz flagelo de sus violadores, llámese guerrilleros, paramilitares o miembros de las fuerzas armadas.

UN revolcón con mano firme y decisión política, pero ya, es lo que debería aplicar el Presidente, Iván Duque, al inservible sistema de salud en Colombia.

Sin contemplaciones de ninguna especie, el Ejecutivo tendría que sacar a la calle a todos los encargados de empresas prestadoras de salud.

Si hay que echar afuera a todos, pues que los echen.

Nadie debería sobrevivir hoy al corrupto y criminal manejo de la salud pública.

La elección por parte del Congreso de la República de Colombia de un nuevo Contralor General, el doctor Carlos Felipe Córdoba, sin interferencia del gobierno y dejando constancia que su estilo y posición radican en la no intervención en dicha elección es una demostración de la nueva forma de gobierno que el actual presidente Iván Duque implementa en el país.