“Peñalosa evidencia que nunca segundas partes fueron buenas”
En el bullicio preelectoral pasaron casi desapercibidos dos fallos de cierta importancia al menos para Bogotá. El primero exigiendo al Alcalde que reabra el hospital San Juan de Dios para el uso comunitario. Esto reafirma la política de la universalidad de la salud pública, puesta en duda durante la administración de Álvaro Uribe, quien privilegió su privatización.
“Colombia debe mirar y fortalecer cooperación sur-sur”
“Oscar Iván Palacio propone la defensa total de Colpensiones”
Cada que se acerca una campaña electoral los colombianos entran en crisis, al escuchar diferentes voces anunciando que las pensiones desaparecerán, que se aumentarán los años para poder gozar de una modesta pensión. En fin, consideran a las personas mayores como un obstáculo para el buen crecimiento de la economía colombiana.
La información sobre el acuerdo entre Bogotá y Washington para combatir el problema mundial de la droga, a raíz de la visita del subsecretario de Estado Thomas Shannon, es una buena noticia para el país.
Resulta fundamental que se haya establecido un nuevo marco de trabajo bilateral en un tema de tanta trascendencia para Colombia, las relaciones con nuestro principal socio, y la lucha global contra un flagelo que sigue azotando tantas sociedades en el mundo.
El gigantesco incremento de las áreas de cultivos ilícitos exigía que se hiciera.
COMO suele ocurrir en las temporadas electorales, la opinión pública pareciera moverse al son de las encuestas, que influyen en la medida que son contratadas y difundidas por los principales medios de comunicación y recicladas por las redes sociales.
Los candidatos presidenciales hablan de todo en campaña. De lo divino y lo humano; sepan o no de lo que hablan, y entiendan o no sus propias propuestas. Todo se vale -la contradicción, e incluso lo imposible- en el esfuerzo de atraer el apoyo de los ciudadanos para su causa, y de persuadirlos no sólo de su capacidad e idoneidad para gobernar, sino de las ventajas que ofrece su programa frente al de sus rivales. De lo que casi nunca hablan -o hablan muy poco- es de política exterior.
El miedo es tan antiguo como la misma humanidad. “Tuve miedo” fue la respuesta de Adán cuando Dios salió a recorrer su paraíso y le preguntó dónde estaba. Y hoy en día multitudes enteras viven con miedo. Algunas personas saben el porqué, pero quizás la mayoría no sospecha siquiera cuál es la causa de ese sentimiento paralizante. Y es también una sensación que le quita mucho a la famosa calidad de vida. Hombres y mujeres de nuestro tiempo toman pepas y más pepas para espantar, aunque sea temporalmente, el temor que los acompaña día y noche.
Con ocasión de los recientes viajes del actual Papa, Francisco, es oportuno recordar la historia de los viajes papales desde el inicio de la Iglesia. “Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Nueva a toda la creación” (Marc. 16-15), “y, he aquí, que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt. 28,20). Esas fueron las palabra de despedida y la orden de avance de Jesucristo a sus discípulos.
Creo que como humanidad no solo merecemos sino que somos capaces de crear nuevas realidades, incluyentes, vinculadas con los territorios que habitamos, conscientes de las historias que hemos vivido y dispuestas para construir dinámicas de reconciliación y paz. No es posible espiritualmente que estemos condenados como especie a perpetuar las guerras, negar los derechos de los otros, discriminar y aumentar las brechas sociales. Evidentemente, eso es lo que han vivido nuestras sociedades en todas las latitudes del mundo, incluso los países más desarrollados en los que aún hay problemas por r
La participación de los cristianos en la política no es una novedad en el escenario. Los creyentes han venido participando en política desde mucho antes de la Constitución del 91 en donde se logró el invocar la protección de Dios en el preámbulo de esta Carta Magna y se colocaron los cimientos para la reglamentación de la libertad religiosa y de culto.