Dos asuntos urgentes justifican convocar la asamblea permanente de Naciones Unidas: más de 60 millones de inmigrantes y la tiranía en Venezuela.
ONU y OEA deben convocar reuniones permanentes ante los dos horrores internacionales que no parecen encontrar luz al final del túnel.
En Alepo, Siria, el drama de niñas y niños, ancianos y jóvenes que necesitan salir ante el acoso de estallidos, ataques químicos, matanzas y bombas por doquier, amerita una salida política de alto vuelo.