Había hablado con ex combatientes de las Farc, del Eln y las Auc. Venían heridos de cuerpos y almas, llenos de vacíos, de infancias truncadas y familias rotas.
Ninguno había ingresado a los grupos por decisión propia, y no se auto-percibían como victimarios; eran ellos quienes sentían que la sociedad los había hecho víctimas del olvido.
El martes, en la Universidad de los Andes, oí a otros excombatientes de las Farc, pertenecientes a la primera tanda de indultados por el proceso de paz.