CON bombos y platillos se ha venido celebrando el veinticinco cumpleaños de la Constitución de 1991 y no podía ser para menos, pues sin duda alguna, la Carta Política ha producido importantes transformaciones en el país.
Pero de allí a pretender sostener que la Colombia tolerante e igualitaria, que respeta los derechos humanos, incluyente con los discriminados, que respeta la libertad de cultos, comienza apenas con la Constitución de 1991, es por lo menos una exageración.