Hace cerca de una década indicadores sociales del Dane destacaron inusitado crecimiento poblacional en Soacha, municipio cundinamarqués convertido en una pesada carga en la espalda de Bogotá.
Las cifras de ese momento señalaban que cerca de 600 mil personas habitaban su territorio, sometido a un intenso movimiento migratorio desde distintos lugares del país.
El fenómeno era atribuido a la presión de guerrillas contra comunidades campesinas e indígenas en varios departamentos.