Bogotá pasa de expectativa a realidad, para recibir a la primera mujer alcaldesa, luego de 481 años de fundación ciudadana. Se prenden luces con marcado optimismo para que se ilumine la capital con paz, desarrollo y competitividad en este 2020.
En la Embajada de Colombia en Madrid, encontrándose ya muy avanzado de edad y siendo yo joven, tuve la ocasión de conocer al gran pensador José Ortega y Gasset. Sobresalía por la expresión brillante y densa. En uno de sus libros escribió: “Hay personas a quienes irrita sobremanera que se hable de hombre de selección.
Escribir cada semana un artículo no deja de ser un compromiso al cual nos adherimos con gusto, todos aquellos que lo hacemos. Naturalmente el escoger el tema sobre el cual se va a escribir es un compromiso serio, entre otras curiosidades que no se puede ni se deben decir tonterías por escrito; pero es cierto que a veces no es tan fácil, porque bien parece que al momento de hablar, por ejemplo, bien se pueden decir tonterías sin trascendencia alguna, lo cual no debe ser posible al momento de escribir.
Quisiera recorrer la historia colombiana recordando las proezas de los líderes que forjaron nuestra independencia. Inspirarme en las obras del historiador Germán Arciniegas, cuando menciona en su libro “Bolívar y Santander, Vidas Paralelas” la vida y razón de las locuras de Bolívar, el más felizmente loco de los guerreros y el más genial.
Escribir sobre la Navidad siempre es un desafío; no repetir lo que ya todos hemos leído, y sin embargo no despreciar las enseñanzas, el contenido de un símbolo que en general nos une a todos en torno a cosas buenas, que significa futuro y esperanza. Sin embargo, hay que advertir que el pesebre de Belén, precede en forma apenas perceptible el suplicio que deberá luego sufrir Jesús, para convertirse en el Cristo redentor. Esta es la paradoja más intensa y sobre la cual reflexionamos menos.
Al concluir el año resulta pertinente hacer el repaso de los acontecimientos principales que ocurrieron y que tuvieron incidencia en la vida nacional, ya no bajo la modalidad de personajes del año.
Al terminar mi Diplomado en Pazología, nuestra Decana, la exparlamentaria Juanita Mamertus, nos acaba de enviar el siguiente mensaje: “Queridos graduandos pazólogos y graduandas pazólogas: hoy me ha correspondido a mí el honor de dirigir a ustedes estas palabras para clausurar nuestro Diplomado de Cultura de Paz e Inclusión de Género, de nuestra prestigiosa Universidad Mamertina de Colombia, localizada en esta cálida e hidalga municipalidad de Mariquita.
Los acuerdos bilaterales de transporte aéreo son la base legal más importante para poder materializar servicios de transporte entre dos Estados. No son la única base legal. Pues los Estados también pueden establecer servicios de transporte aéreo con otros Estados con fundamento en los principios de reciprocidad y de cortesía. La idea detrás de la celebración de acuerdos de transporte aéreo se supone que debe ser la de generar conectividad.
A este universal personaje lo conocí, casualmente, un 24 de diciembre cuando supuestamente todos estábamos dormidos, pero accidentalmente, a consecuencia de unas explosiones de voladores de pólvora me desperté precisamente cuando mi papá entraba a la habitación cargando muchos paquetes y los depositaba en la cama de cada uno de mis hermanos. Obviamente me hizo el dormido y observe que ocurría.
Tremendo reto el que recibe este año 2020 la juventud colombiana, que tiene en sus manos como misión sacar este país adelante, conseguir la implementación de los acuerdos, liberarlo de la corrupción, de las maldiciones que lo agobian y de tantos vicios que frenan la paz, la democracia, el desarrollo, la equidad y tantas malas energías.