La existencia por sí misma es un continuo movimiento, un constante proceso en perenne mutación, que nos insta a renacer cada aurora, reconstruyendo caminos y abriendo horizontes. Sólo hay que mirar y ver. Rápidos y profundos son los cambios que están transformando nuestras propias relaciones entre sí y con el entorno.
Sólo una minoría de los colombianos es propietaria, y como consuelo recuerdo una frase del Diario de un Don Nadie (Grossmith, 1892): “¿Qué sentido tiene una casa si nunca estás en ella?”.
Quién nos iba a decir a los españolitos de a pie que el hombre que en octubre del 2017 protagonizó la intentona de llevarse por delante la legalidad constitucional iba a ser la llave para que en nuestro país se pueda formar gobierno.
Debería aplicarse el principio de cautela a la hora de hacer cuentas sobre el resultado de la balanza comercial de Colombia, por el hecho de mostrar a mayo una reducción importante en su déficit. Cuestión que debería ser, en principio, una razón para el optimismo. Sin embargo, es preocupante que sea el resultado de una fuerte caída de las exportaciones y no de una mejor dinámica de estas, que se combina además con una disminución superior en las importaciones.
El gobierno presentó su borrador de reforma a la educación. La reforma deteriora la educación privada, acaba con el Icetex, elimina las pruebas del Estado, baja los criterios de calidad, acaba con la educación abierta y a distancia, y politiza la educación superior. La reforma parece más un panfleto débil en su componente técnico.
Colombia siempre ha estado en “modo atentado” porque siempre ha estado en “modo violencia”: una suerte de castigo mitológico en su historia.
Para cumplir satisfactoriamente con los deberes constitucionales y mantener la gobernabilidad, el presidente de la República debe salvaguardar dos tipos de legitimidad: la del origen de la investidura (elección, reconocimiento del CNE y posesión) y la que da el buen ejercicio del cargo. Legitimidades éstas que, por estar ligadas no solo con la legalidad sino también con la ética, se retroalimentan.
Hace poco más de un año, el jurado del prestigioso International Booker Prize no tuvo más remedio que rendirse sin resistencia ante la mastodóntica obra de Geetanjali Shree titulada “Tomb of Sand”, un volumétrico teseracto de 700 páginas protagonizado por la octogenaria Ma y en el que su autora hizo absolutamente todo lo que le vino en gana.
Es unánime el noble espíritu nacionalista, no solo de los habitantes de Argelia en el norte de África, sino de casi todos los países del mundo.
A pesar del paro de taxistas, hay que reconocer que lo más plausible del gobierno Petro en materia energética es la persistencia en continuar ajustando el precio de la gasolina. Esta semana entró en vigor una nueva alza de $600 el galón. Se anuncia que más adelante se empezará a hacer lo mismo con el diésel.