En medio de la dosificada euforia mediática que ha generado la concupiscencia con las Farc, hay algunos eventos que, desde adentro del propio régimen, han aguado la fiesta y siguen preocupando en grado sumo al Ejecutivo de cara al plebiscito y al 2018.
De hecho, las trompetas de Gedeón están sonando y eso desconcierta a la coalición del Gobierno tendiente a complacer a unos extremistas que, cobijados ahora por el manto de los acuerdos, han encontrado la mejor forma de amparar sus desafueros, tanto los del pasado como los del porvenir.