El Presidente de la República acaba de sancionar la Ley 1805 que amplía la presunción de donación de componentes anatómicos, mejor conocida como donación de órganos, para todos los colombianos.
NO es pesimismo, tampoco resistencia ni oposición. Es sentido común: al gobierno del Presidente Santos le va mal, y al país peor.
No por ser cercano al Jefe del Estado hay impedimento de ser claro y objetivo. Colombia va mal y el Ejecutivo no la pasa mejor.
Decir verdades a medias no ayuda a mejorar la situación. Decir lo que el Gobierno quiere escuchar es empeorar el panorama, ser alcahuete de lo mal que andamos.
El país está sufriendo varios quebrantos de salud y no aparece ni la cura ni quien asista al paciente.
Álvaro Gómez Hurtado, cuyo caso impune reposa en el sueño de la FGN, comentó lo siguiente en Enero 6 de 1978: es necesario que cada colombiano que se sienta miembro de su sociedad, una sociedad cristiana, vuelva sobre sus pasos. Nos corresponde un papel de liderazgo en la región. En medio de tantas violaciones públicas y privadas dentro y fuera de nuestra frontera, una saludable reacción general puede ser el ejemplo para el continente y para un mundo que se desvía y descarrila cuando se aparta del cristianismo.
Al margen de la confrontación entre el Sí y el No alrededor del Plebiscito por la Paz, de forma paralela todos los sectores económicos mantienen actitud expectante frente a la Reforma Tributaria, que asoma como inoportuna, en medio del disenso profundo que significa el actual debate político.
Están con temor, las micro, pequeñas y medianas empresas, colocadas en primera fila, como la mayoría de colombianos a la espera de la cara y contenido de la Reforma.
Se debate en Colombia una aberrante posición que pretende borrar la naturaleza de los sexos. Se trata de la ideología de género como base de la educación sexual. Nacemos como hombre o mujer, esto, conforme a la disposición natural de los cromosomas. Anatómicamente los cuerpos desarrollan sus órganos desde la concepción en el vientre materno y la criatura nace completamente definida como varón o hembra. En algunos casos se produce una irregularidad física produciendo un hermafrodita, es decir con los órganos reproductivos femenino y masculino.
He sido, soy y seré un defensor y además constructor de una solución política al conflicto armado que por más de cinco décadas hemos vivido los colombianos.
Todos los colombianos veíamos este lunes, desde Río de Janeiro, a nuestro campeón olímpico en pesas, Oscar Figueroa, y escuchábamos emocionados las notas de nuestro glorioso Himno Nacional -que, dicho sea de paso, a nadie se le vaya a ocurrir cambiar ni adicionar su letra, porque no lo aceptaríamos-, y pensábamos en el efecto que surten la claridad, la transparencia, lo inobjetable y lo contundente, en toda relación humana, en especial cuando se trata del interés de la sociedad entera.
En vísperas a que se vote Sí o No el plebiscito que aprobará o desaprobará lo pactado entre el Gobierno y las Farc en La Habana, es urgente e indispensable una gran dosis de verdad y respeto. Es lo que todos los colombianos esperamos, desde el ciudadano más humilde hasta el más encumbrado.
Especialmente de aquellos que ejercen el liderazgo de la Nación, comenzando por toda la rama ejecutiva, del Presidente para abajo, la totalidad de los legisladores y, naturalmente, toda la rama judicial.
El Acto Legislativo 3 de 1910 abolió la pena capital en Colombia, reformando radicalmente el artículo 29 de la Carta Política de 1886 al disponer que “El Legislador no podrá imponer la pena capital en ningún caso”.
Se viene otro puente festivo este próximo fin de semana, La Asunción de la Virgen, seguramente por no estar cercana a vacaciones de mitad de año no se tendrán muchos desplazamientos en el país, pero ante esta calma me permito hacer unas consideraciones, basadas en problemas presentados durante planes retorno, porque los éxodos en general salen mejor.