El ejercicio de funciones directivas cuando implican una gran cantidad de responsabilidades, en las cuales se deben tomar determinaciones serias que implican necesariamente la afectación de personas y entidades, siempre llevan consigo una buena cantidad de gente que está de acuerdo y otra que no lo está. Una de las grandes tragedias, si así pueden llamarse las circunstancias en las cuales deben tomarse determinaciones serias y trascendentales, es la soledad en la cual se halla quien debe tomarlas.
SIGUE el análisis de Strategy. A history (Oxford University Press, USA, 2015, paperback) de Lawrence Freedman; dicho autor distingue entre estrategia programada y ejecutada y el procedimiento lo adelantó el autor de estas líneas en el desempeño del cargo de Director General de Aduanas.
¿Quién azuzará, aconsejará, susurrará y estimulará al frente uno de las Farc, a ese mismo al que Santos le aplicó la Operación Jaque que permitió, entre otras incursiones, la liberación de Ingrid Betacourt, considerada la más perfecta acción militar realizada por las fuerzas armadas en esta lucha contra la subversión?
La fiebre de encuestas está quitándoles el atractivo que tenían al principio, cuando su novedad rodeaba de un aura misterio sus resultados y de una aureola de visionarios a sus autores. Ahora, con tanto profeta encuestando gente, los ciudadanos se limitan a pasarle los ojos por encima al informe final, como si hubieran tomado un curso de lectura rápida de los sondeos de opinión. Es una lástima desperdiciarlas.
MUY pocos son los movimientos subversivos que triunfan contra un Estado. Creo que pocas veces en la historia de la humanidad se ha visto un caso como el colombiano, en el que un grupo subversivo que contaba con unos 22.000 hombres en armas y probablemente otros tantos simpatizantes civiles o “milicianos” y que, en el curso de pocos años fue reducido a 7000 guerrilleros, que se encontraba en franca retirada, conminado a lo más recóndito de la selva, llegara a obtener gran parte de sus pretensiones en una mesa de negociaciones.
Aunque en la facultad siempre nos dicen que el derecho del consumo busca proteger al comprador como la parte débil del contrato, sólo hasta que se tiene un problema fuera de la academia es que uno entiende lo indefenso que se está cuando el contrincante es una gran cadena. Y esta vez el turno fue para mí.
Se celebraron 25 años de la expedición de la Constitución política de 1991 y, para tal efecto, se escogió como escenario la histórica villa de Río Negro con el propósito de recordar la Constitución de 1863.
Tirios y troyanos se han venido enfrentando durante varios años, por la piedra de escándalo que ha sido el tema de la paz.
El Presidente decidió meterse en la boca del lobo directamente, asumiendo toda responsabilidad, así toda la opinión nacional esté en contra o a favor. Toda su popularidad tendría como base la paz.
Su principal contradictor, el ex presidente Álvaro Uribe, se ubicó en la otra orilla enarbolando la bandera de la impunidad. Con ella ha logrado convencer a muchos colombianos de la tragedia de estos diálogos.
CON bombos y platillos se ha venido celebrando el veinticinco cumpleaños de la Constitución de 1991 y no podía ser para menos, pues sin duda alguna, la Carta Política ha producido importantes transformaciones en el país.
Pero de allí a pretender sostener que la Colombia tolerante e igualitaria, que respeta los derechos humanos, incluyente con los discriminados, que respeta la libertad de cultos, comienza apenas con la Constitución de 1991, es por lo menos una exageración.
Por estar enfocados en un solo tema, la paz de huanpa Stalin Kerensky, nos hemos olvidado de lo fundamental, gobernar. El desgobierno de huanpa sigue su curso en todos los frentes. El económico es uno de ellos.
Se terminó el primer semestre del 2016, segundo trimestre del año. Por lo tanto, es menester una revisión a los principales indicadores económicos. Supondríamos que si tenemos al mejor Ministro de Hacienda del mundo, la economía colombiana debería ir viento en popa.