¿Quién azuzará, aconsejará, susurrará y estimulará al frente uno de las Farc, a ese mismo al que Santos le aplicó la Operación Jaque que permitió, entre otras incursiones, la liberación de Ingrid Betacourt, considerada la más perfecta acción militar realizada por las fuerzas armadas en esta lucha contra la subversión?
Alguien hay detrás de estos combatientes “dando pedal” para que, a cambio de algo, traten de malograr los acuerdos de La Habana. No de otra manera puede explicarse que de la noche a la mañana ese frente quiera hacer valer sus “triunfos” bélicos para exigir, quién sabe qué cosas, como condición para atender a sus jefes y respetar los acuerdos.
Quieren permanecer en la lucha y continuar sus fechorías contra el pueblo colombiano, no propiamente contra el Gobierno, sino contra la población civil, contra las instituciones y contra el querer de una amplia mayoría de nuestros conciudadanos.
Quiere esto decir que en su zona continuaremos asistiendo al triste espectáculo de los secuestros, la extorsión, los ataques a los pueblos, las muertes y demás acciones que estamos a punto de olvidar para siempre.
Pero el Presidente fue claro al hacerles un nuevo llamado a la paz y a la cordura. No habrá tregua con quienes quieran desconocer el desarrollo de las negociaciones que están llegando a su final: “o se someten al proceso o tendrán cárcel o una tumba”.
Esto no tiene reversa, estamos por la senda final de un proceso de 4 años, durante los cuales hemos visto como disminuye la violencia, como se empieza a vislumbrar el cambio que estamos esperando desde hace 50 y mas anos.
Son pocos, muy pocos los colombianos que pueden recordar esas épocas durante las cuales dialogaban con respeto, tolerancia, sin agresividad y sin odio. Cuando se podía pescar de noche como añoraba el Maestro Darío Echandía y los abuelos, que en lo más remoto de sus pensamientos tienen guardadas esas lejanas memorias de convivencia y felicidad.
Las lágrimas, el olor a pólvora y sangre enloquecen a unos grupos, que infortunadamente incluyen a jóvenes que se creían civilizados. Esos son quienes lucharan por impedir que Colombia logre superarse y salir de las cenizas en que nos quieren encriptar los sepultureros de la paz.
BLANCO: Univalle con su aporte a generar energía limpia.
NEGRO: El descontrol del dólar y las otras medidas que van a duplicar la inflación.
gabrielortiz10@hotmail.com
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