El presidente Petro no quiere oír. Al momento de escribir esta columna, y después de haber hecho cambios drásticos en su gabinete, aún no hay nadie a cargo del ministerio de Cultura y, tras varios meses, designó gerente en RTVC, las instituciones culturales más importantes del país. Este sí es un verdadero cambio para el sector cultural, pues nunca antes había ocurrido algo así.
Una semana muy movida políticamente la que acaba de terminar. El rompimiento de la coalición de gobierno -por cuenta del proyecto de reforma a la salud- obligó al presidente Petro a provocar un remesón ministerial, con el fin de buscar mayorías en el Congreso de la República y con ello tratar de conjurar una crisis legislativa que aún no termina.
En 1997, Heriberto Urbina, ganadero cesarense, fue secuestrado por el Frente Camilo Torres del Eln. El pasado 24 de abril, 26 años después y con 86 de edad, fue secuestrado nuevamente, al parecer por el mismo grupo, aunque ninguno ha reivindicado el hecho.
La guerra despiadada que montó Rusia contra Ucrania -y el mundo occidental- es la peor crisis de este doloroso siglo. Nos tocó vivir una guerra con imágenes en alta definición. Una guerra que se vive en tiempo real mediante redes sociales cada vez más tóxicas y cada vez más violentas. Y precisamente, ese es el tema: aunque las imágenes están ahí a la vista de todos, la interpretación sigue siendo la que domina.
Este semestre se ha marcado por el nacimiento de una herramienta de inteligencia artificial (IA), que complementa nuestro ejercicio profesional y, que si bien, para algunos es una amenaza, también puede ser una fortaleza para demostrar que no todo lo consignado en la internet es verídico.
Reconozco que me gusta contemplar, en el fondo es mi ocupación natural, olvidarme de mí mismo, perderme por los horizontes celestes y reencontrarme por los abecedarios de la escucha. A poco que fomentemos este poético adiestramiento, sentiremos la necesidad de transformarnos, de ser más cuidadores y mejores caminantes. Esta atención abraza también la casa común; puesto que todas las formas existenciales están interconectadas, lo que requiere una mayor implicación por parte de todos, aprendiendo a detenernos y a observar para percibir y valorar lo bello.
Causa cierta monotonía escuchar los repetidos llamados del presidente Petro para que la gente salga a la calle a apoyar sus reformas. Después del primer balconazo desde el palacio de Nariño -que costó millones por cierto y no fue tumultuario como se quería- la gente no ha vuelto a salir a pesar de los múltiples llamados presidenciales.
Que el Presidente enterró la Coalición de Gobierno dice en titular de primera página el principal periódico colombiano.
La crónica anunciada de la primera línea del Metro de Bogotá, como se escribía a finales del año anterior, cuya protagonista es la obstinación del presidente Gustavo Petro por cambiar su estructuración técnica de elevada a subterránea, tiene dos nuevos capítulos que marcan la insistencia en el asunto, a cualquier costa y costo.
Las corridas de toros se dan en nuestra tierra cuando arriban desde España, con sus hombres y cultura, lo mismo que el caballo. Por cuenta de la expulsión de los jesuitas, en tiempos de Carlos III, el ganado se cría salvaje en los llanos. En los inicios, las corridas coloniales no pasaban de ser becerradas por carencia de toros de casta. Los toros aparecen desde la mitología griega en Creta. El hombre se enfrenta a la bestia mítica con control de sus nervios y reflejos, anticipación de sus movimientos y arrojo extremo.