Hace ya casi una década de aquella mañana en que vi mi primer Van Gogh, “El Café de Noche”, en la galería de arte de la Universidad de Yale. Fui temprano, entre semana y durante la época de exámenes para evitar las aglomeraciones de curiosos, cuyo interés por la obra se había revitalizado hacía pocas semanas tras la limpia victoria del equipo jurídico de la universidad ante la Corte Distrital de Connecticut en el caso Yale v.
Hoy lunes 21 de agosto culminamos un nuevo puente festivo, pero, en general, la gran mayoría de personas en nuestro país no saben qué se celebra o conmemora en cada festivo, por falta de formación en cívica, que era la materia que nos orientaba sobre las normas de la civitatis, como la conocían los romanos.
He recordado por estos días la cancioncilla aquella que se cantaba en la España medioeval cuando en las batallas de la reconquista resultaban derrotados los cristianos: “Llegaron los sarracenos y nos molieron a palos, que dios protege a los malos cuando son más que los buenos”.
¿Por qué recordar esta copla por estos días en Colombia?
La Policía es, realmente, el símbolo más presente del Estado frente a la ciudadanía. Su relación con el ciudadano, su acción preventiva y su eficacia reflejan la naturaleza del Estado, que el ciudadano espera que sea equilibrada, decente, justa, inteligente.
Varias coincidencias, no tan afortunadas, se dieron en el marco del Congreso Empresarial Colombiano de la ANDI y de su Asamblea, entre otras, titulada como la “Agenda de crecimiento para el país que soñamos”. Una es la divulgación de la cifra del casi nulo crecimiento de la economía en el segundo trimestre, que da cuenta de su desaceleración que, aunque esperada, se percibe como más profunda.
La situación política que aqueja el país es de las peores de nuestra historia, en gran parte por falta de grandes objetivos de desarrollo y por cuenta de la corrupción que afecta a casi todos los estamentos de la vida colectiva nacional.
Se atribuye a un destacado estudioso de la política internacional y practicante de la diplomacia -admirado por unos, denostado por otros, pero en cualquier caso imprescindible- la siguiente afirmación: “Todo lo que sé sobre asuntos internacionales lo he aprendido, o en los libros de historia o en los periódicos”. Poco importa que sea cierta o no la atribución: tal afirmación es incontestable. La comprensión del pasado y el análisis del presente constituyen el único laboratorio fiable para el estudio de las
Por dondequiera que estemos la bondad se manifiesta. Solo necesitamos darnos cuenta de que incluso en situaciones que no nos gustan está presente el Amor.
Desde la impunidad concedida por las mayorías liberales de la Cámara de Representantes al Presidente Ernesto Samper, Colombia convive con la corrupción. Se aceptado el dinero sucio como el actor principal en toda clase de elecciones. Para colmo, ninguna arca, por más monedas que atesore se siente llena. La codicia impulsa a más y a más fortuna.
El presidente Petro parece no haber entendido aún que debe moverse en medio de un escenario político de enorme inestabilidad, que no puede conjurar con discursos grandilocuentes y con nuevos llamados a difusos acuerdos nacionales, difíciles de convenir en medio de los escándalos que lo afectan y adobados con una permanente retórica pendenciera, que se han materializado en una inmensa perdida de capital político.