Si nos atenemos a lo estrictamente jurídico, hasta este momento no hay nada en cuanto al plebiscito sobre acuerdos de paz.
La coyuntura de la promoción del plebiscito planteado al pueblo, acerca de su aceptación de los acuerdos de paz convenidos por el Gobierno en las deliberaciones de La Habana, ha desatado la confrontación que se debate en todos los medios, ocasión que sociológicamente debe aprovecharse para descifrar el inconsciente colombiano, ahora estimulado por la exaltación de la guerra verbal.
En Colombia todos somos poetas; o por los menos, eso se puede decir de los que pertenecemos a las generaciones mayores; aunque, con gran satisfacción, cada vez oigo y leo a más poetas jóvenes, como María Gómez, que están ganando premios y prestigio a nivel nacional e internacional.
Queda uno sorprendido con que personas inteligentes, preparadas, estudiadas y legisladoras presenten propuestas tan inoportunas e inconvenientes para el país. Pareciera que no tienen el don de la oportunidad tan necesario en esas lides de la política. Y más sorprendidos quedamos, al escuchar ciertos sectores de la opinión manifestándose sobre la viabilidad del tema.
En el proceso para elegir al sucesor de Barak Obama, -buen presidente- excelente orador y primer hombre de color en representar a sus compatriotas, está el candidato Donald Trump, republicano reciente, quien disiente del Papa, considera débil a la nación, ineficaz a la justicia, torpes a los funcionarios, corruptos a los militares, promete construir muros, terminar convenios comerciales, desmantelar el Tratado del Atlántico Norte, acabar con los yihadistas a mazazos, alterar las relaciones internacionales, someter a los pueblos y gobiernos de Latinoamérica a su arbitrio, se apoya en “b
Nos preocupa que pasen los días y la solución a muchas de las necesidades tecnológicas, de asesoría y capacitación, de mejoramiento genético y atención sanitaria que requiere la producción de leche de este país, entre otros aspectos indispensables para hacerla rentable y competitiva, se encuentre sujeta a la parálisis de los proyectos que debían estarse ejecutando con los recursos recaudados por concepto de la cuota parafiscal lechera, y que por la absurda determinación de liquidar el Fondo Nacional del Ganado (FNG) se encuentren congelados.
Según lo denunció el cronista deportivo Iván Mejía, esta semana se jugó un partido entre el DIM y el Valledupar Fútbol Club en la capital del Cesar y en lugar de los 90 minutos reglamentarios se tomó más de tres horas por cuenta de cuatro apagones en el Estadio Armando Maestre Pavajeau, los cuales obligaron a interrumpir esas mismas veces el juego en la cancha.
Una foto publicada en El Tiempo muestra un fragmento de la bandera nacional y una parte del cuerpo de un patrullero de la Policía Nacional, al fondo de la imagen. El plano enseña enseguida la figura del magistrado de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Fernández Carlier. El escudo de la Corte en su toga y la posición de la mano derecha son señal de estar enfatizando algo de lo que le está diciendo a dos ciudadanos que han recibido autorización para acercarse al estrado.
Para resolver el problema de los millones de desplazados que quedaron en Europa luego de la Segunda Guerra Mundial, Naciones Unidas auspició la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados que entró en vigor en 1954. Un Protocolo adicional entró en vigor en 1967. Colombia es parte en ambos instrumentos.
Faltan solo tres días para que comiencen los Juegos Olímpicos y cunde la sensación de dejadez, improvisación y desdoro.
Con un déficit de 6 mil millones de dólares, el 60 por ciento menos en materia de regalías petroleras y con la Petrobras sometida a un monumental ejercicio de corrupción coordinada, nada de lo que está ocurriendo en Brasil puede parecer extraño.