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Crisis en Barranquilla

La preocupación de los congresistas del Atlántico por la grave situación de seguridad en ese departamento se disparó después de la masacre del pasado domingo en la noche, cuando fueron asesinadas cuatro personas en un establecimiento público. “El aterrador hecho delincuencial en la ciudad de Barranquilla, en el que sicarios acabaron con la vida de cuatro personas y dejaron heridas a otras seis, mientras disfrutaban de un partido de fútbol, da cuenta de la escalada violenta que se viene presentando en el país”, denunció el senador de La U, José David Name. Agregó que no solo es el caso de la capital, sino que uno de los municipios que registra “escandalosas cifras” es Soledad, que en los primeros 25 días de enero presentó 21 homicidios, nueve más que en el mismo periodo del 2022.

Otras ciudades

Lo más grave es que Name sostiene que la crisis se extiende a otras ciudades de la costa, como Sincelejo, en donde dijo que el 20% de los negocios comerciales han cerrado sus puertas, ante el incremento de la inseguridad durante el fin del año 2022 y el comienzo del 2023. También sostuvo que en Santa Marta las comunidades han optado por armarse y crear sus propios frentes de seguridad, produciendo enfrentamientos entre delincuentes y ciudadanos, que buscan justicia por mano propia. “¿Cómo vamos a alcanzar la ‘paz total’, si en las calles se vive un ambiente de terror? Hay que combatir la criminalidad, proteger la seguridad ciudadana y devolverles la tranquilidad a los colombianos”, dijo Name, cuyo partido es de la coalición petrista,

Alertas en el Pacto

Desde las propias toldas de la coalición de gobierno han saltado también las alarmas. Por ejemplo, el diputado Nicolás Petro Burgos, hijo del presidente Gustavo Petro, se pronunció al respecto e incluso pidió al Gobierno nacional que tome cartas en el asunto: “Es agobiante que en Barranquilla se esté viviendo entre asesinatos, extorsiones y atracos. La ciudad se ha vuelto invivible. La masacre en el barrio El Santuario deja ver que las autoridades locales no dan abasto, urge la intervención del Gobierno Nacional”. La semana pasada, antes de la masacre del domingo, el senador Pedro Flórez Porras, también del Pacto Histórico, había advertido que en “Barranquilla no podemos vivir a la merced de la delincuencia. El aumento (10,5%) de homicidios registrado el primer semestre de 2022 debió generar una respuesta contundente. Le pido al gobierno nacional y local articular acciones por la tranquilidad de los barranquilleros”.

Campanazo liberal

Otro de los senadores del Atlántico, Mauricio Gómez Amín, del partido Liberal, advirtió que “estamos en un momento de desmoralización de la Fuerza Pública. Cuando un país no sienta precedentes, es complejo pedirle a la Fuerza Pública que combata a los delincuentes”. Ayer trascendió que circula una propuesta que firmarían bancada y autoridades del Atlántico urgiendo al presidente Petro y el gabinete que encabecen un cónclave urgente de alto nivel en la ciudad para evaluar grave crisis de seguridad.

Urgen apoyo directo

Todo ese cúmulo de reacciones explica por qué la mayoría de los sectores políticos del Atlántico respaldaron el llamado que hiciera el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, quien advirtió que se había solicitado a la Presidencia de la República, el ministerio de Defensa, la Fiscalía y el Consejo Superior de la Judicatura “un apoyo directo en lucha contra el crimen organizado. Hemos entregado lo máximo que nuestras capacidades institucionales permiten, Barranquilla necesita este respaldo para ser más contundente… Durante los últimos años las estructuras del microtráfico han buscado entrar a Barranquilla. No nos vamos a amilanar, seguiremos combatiéndolas de manera frontal hasta que se sometan a la justicia y escojan la paz”.