* Compromiso del desarrollo sostenible
* Resultados empresariales sobresalientes
En la última semana Ecopetrol le ha dado al país dos noticias de suma importancia, que no deben pasar desapercibidas. La primera fue la divulgación de su plan estratégico al 2040, denominado “Energía que Transforma”. La segunda, la presentación de sus resultados financieros correspondientes al 2021.
En principio, vale resaltar la solidez financiera que es fácil deducir de la lectura de los dos documentos. Pero, además, se infiere que Ecopetrol es una empresa, no solo que contiene una dinámica ajustada a los tiempos contemporáneos con sus exigencias ambientales, sino que goza de una indudable vocación de futuro.
Efectivamente, frente a la estrategia señalada hasta el 2040 es indispensable evaluar sus objetivos puntuales. En ese orden, la compañía se dispone a invertir entre 5.200 y 6.000 millones de dólares anuales promedio. De estas inversiones, el 69 por ciento estará destinado a la exploración y mejoramiento de producción de crudo en las cuencas petroleras del país. El resultado de estas mayores destinaciones presupuestales deberá llevar a un fortalecimiento de la producción y a la ampliación de las reservas comprobadas.
Asimismo, las inversiones en el segmento del gas natural, que es el hidrocarburo denominado como de transición hacia la energía más limpia, lo cual es determinante, encuentra una concreción geográfica sustancial en los yacimientos del piedemonte llanero, del caribe continental y de costa afuera.
De otra parte, la consolidación de la actividad de refinación y del transporte recibe también un apoyo considerable en el plan. En esa perspectiva, la empresa invertirá en el fortalecimiento de la infraestructura de transporte entre 800 y 900 millones de dólares en promedio en los próximos años. Igual ejercicio se hará en el segmento de refinación, donde el plan prevé inversiones aún de mayor calado entre el 2022 y 2024.
Del mismo modo, es de la mayor trascendencia señalar que la reciente absorción de ISA muestra un componente, ya no solamente petrolero, sino energético en las proyecciones empresariales. En los dos años venideros el Ebitda se generará en un 80 por ciento de las actividades tradicionales y en un 20 por ciento de aquellas que tendrán su origen en ISA, como parte de la transformación, que así comienza con pie firme.
Pero, siguiendo con el modelo ambiental, es primordial mencionar de otro lado que en el plan se contempla alcanzar el punto de cero emisiones netas de carbono para el 2050; de cero quemas rutinarias de gas al 2030; de cero vertimientos de agua al 2045; y se apresta a generar cerca de 230 mil nuevos empleos no petroleros para el 2040. Son, por supuesto, metas ambiciosas que demuestran, tanto el compromiso frente a los retos del cambio climático y el adecuado tratamiento del agua, como la responsabilidad social en el propósito de mejorar la tasa de ocupación nacional.
A todo lo anterior se suma, justamente, que los resultados financieros del 2021 son sobresalientes. Las ganancias registradas el año pasado ascendieron a 16,7 billones de pesos, las más altas en toda la historia de la petrolera. Lo que, de una parte, permitirá pagarles a los accionistas un dividendo 16 veces más alto que el que se reconoció el 2020 y, sobre todo, tener altos excedentes para las transferencias sociales tan apremiantes en épocas de pandemia.
En tanto, las reservas de crudo como de gas natural aumentaron sensiblemente. Las primeras a 8,7 años y las segundas a una vida media de 10,4 años. Esta es una estimulante noticia que debe registrar con entusiasmo el país puesto que va en la dirección correcta de garantizar la autosuficiencia en los años venideros y aleja el drama de una eventual importación de crudo.
Igualmente, toda la planificación descrita se ha hecho con base en un precio promedio de la canasta de crudos que exporta Colombia de 67 dólares por barril. Si por desgracia el conflicto de Ucrania se prolonga es evidente que el precio del Brent (que ya está por encima de los 100 dólares) va a significar, sin embargo, un mayor fortalecimiento de las finanzas de Ecopetrol.
Finalmente, el buen balance y los objetivos de la empresa demuestran un firme compromiso con el desarrollo sostenible. Pero ante todo son una respuesta contundente a quienes, en estos días de campaña política, han propuesto con gran irresponsabilidad y altas dosis de populismo que el país sepulte su riqueza petrolera… ¡Y que el Estado deje así de atender sus ingentes deberes sociales!
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