EN LAS VERDES MONTAÑAS DE SABANA OCCIDENTE
Con agujas, telares, lanas y fique se teje la riqueza cultural de Chía

Cortesía Dirección de Turismo de Chía

EN las verdes montañas del occidente de Chía, están las veredas de Fonquetá y Cerca de Piedra, dos lugares plenos de naturaleza donde habitan tres mujeres cuya labor con la aguja y el telar, las hizo convertirse en líderes de las tejedoras y bordadoras de los sueños del municipio.

Ellas, Ana Florentina Montejo, Pilar Reyes y Ana Rosa Torres de Cifuentes, han conservado por años el tradicional oficio del bordado y la tejeduría y hacen de la artesanía su cotidianidad, demostrada en bellos objetos en los que, con variedad de técnicas, elaboran diseños que cuentan historias a través de lanas, hilos, fique, telares y agujas.

Gracias a este oficio surgió la Ruta Turística Artesanal, implementada por la Dirección de Turismo de la Secretaría para el Desarrollo Económico de Chía, el cual invita a recorrer las veredas de Fonquetá y Cerca de Piedra, en donde viven las tejedoras.

De acuerdo con John Rozo, director de Turismo de Chía, la ruta busca fortalecer la oferta turística en el territorio y qué mejor que con la producción artesanal de Chía, una labor que se ha destacado en escenarios de alto nivel.

“También está vinculado con el rescate de este oficio en la Sabana-centro y en especial del municipio. Quisimos enmarcar todo ese saber para que el visitante y el turista tengan la oportunidad de conocer estos talles, estas zonas, las veredas”, dijo Rozo a EL NUEVO SIGLO.

El director de turismo destacó, además, que durante este recorrido por las veredas, que dura aproximadamente cuatro horas, el visitante podrá conocer el proceso de elaboración de la artesanía desde la materia prima hasta el producto final.

“A su vez termina en un escenario de administración municipal en el que se brinda a los artesanos el apoyo para comercializar sus productos, eso a tienda artesanal Chía Sue, donde se le da espacio a los artesanos para que puedan exponer sus productos y el visitante las pueda adquirir.

De igual forma, esta ruta contempla varias recomendaciones gastronómicas, visita a restaurantes con platos emblemáticos de la región y lugares donde venden los postres autóctonos del municipio.



Liquira

En la vereda de Fonquetá se encuentra el taller Liquira, dirigido por Ana Florentina Montejo, una mujer llena de arte, de oficios y de campo.  

Ana maneja las plantas y los animales en su finca, con tanta propiedad y sabiduría como lo hace con los telares, con esa destreza que le da una dedicación de más de 22 años trabajando en técnicas ancestrales, especialmente las del tejido en telar horizontal.

Florentina es la representante legal de la Asociación de Artesanos Mhuysqas de Chía, una red de mujeres que se preocupa por la recuperación de saberes ancestrales para producir prendas de ropa y otras artesanías.

 

Mhuysqa del Resguardo Indígena

En la vereda Cerca de Piedra se encuentra el taller Artesanía Mhuysqa, es un resguardo indígena en donde varias mujeres tejedoras intercambian saberes con la palabra y el buen humor, saberes de su ancestral oficio en el que son expertas tejiendo en crochet, en dos agujas y macramé, con lana virgen e hilo de algodón.

El fique que utilizan lo usan para tejer la suela de las alpargatas que sirve, dicen ustedes, para activar la circulación, para hacer masajes en la planta de los pies y para quitar los callos, según dicen.

 

Fonquetá

En la tradicional vereda de Fonquetá se encuentra Ana Rosa Torres de Cifuentes, quien es experta en bordado en lana.

“En cada pieza que hago exaltamos los lugares emblemáticos de Chía, las costumbres, los paisajes, los animales, la cultura. Llevo 56 años en este oficio y gracias a este proyecto nuestra labor va a tener mayor visibilidad y se va a reactivar el turismo en el municipio”, le dijo Ana Torres a este diario.

Por el trabajo de Ana Rosa, y el de siete mujeres más, Artesanías de Colombia les entregó el Sello de Calidad, reconocimiento que recibió cada una de ellas. Por su perseverancia ha logrado también que los tapices, las piezas más conocidas y otras como cojines, individuales y catres, lleguen a decorar las casas de muchos países entre ellos México, España, Paraguay, Estados Unidos y Francia.

En la Ruta no podía faltar la tradición de los amasijos, de las manos de Anita Neira de Parra, propietaria de La Cigarrita, una hermosa historia con más de 55 años ofreciendo productos autóctonos y representativos de la región.

ENS

Adicionalmente, el municipio tiene atractivos como el monumento de la Diosa Chía, situado en el Parque Santander y representa fiel y artísticamente las tradiciones y mitos del pueblo chibcha. Se trata de una base formada por una pirámide triangular tronca que representa las civilizaciones antiguas como la egipcia, la Maya o la Inca y que al igual representa la divina trinidad de la naturaleza por los elementos, agua, fuego y aire.

También se puede disfrutar del tren de la sabana que cada fin de semana transporta entre 1.200 y 1.400 personas. El plan es recorrer toda la Sabana hasta llegar a la Catedral de Sal de Zipaquirá, o la mina de Nemocón.