El Centro Nacional de las Artes del Teatro Colón abre sus puertas al público mañana, iniciando el 2023 con una programación artística y de mediación que lo fundará como uno de los escenarios culturales más importantes de Latinoamérica.
Para el maestro Iván Benavides, director del Centro Nacional de las Artes, el momento de apertura no fue escogido al azar y representa los pilares conceptuales de su programación. Para esta época ocurre el equinoccio de primavera, un ciclo del planeta que genera el renacimiento de la vida y que ha sido celebrado por todas las culturas del mundo para planear sus ciclos productivos y sociales.
Además, el 21 de marzo se celebra el Día Internacional de la eliminación de la discriminación racial y al día siguiente, el Día Mundial del Agua. Estas dos celebraciones son temáticas fundamentales dentro de la misionalidad de este nuevo centro cultural. “Dos narrativas que juntan una sola: ‘sin justicia social no hay justicia climática’. Eso nos da la línea de curaduría de esta serie inaugural que hemos llamado ‘Del agua y de la tierra’”, explica Benavides.
Cuando se abran las puertas del Centro Nacional de las Artes, en la plazoleta se llevará a cabo una armonización con líderes y sabedores indígenas de la comunidad wayuu, quienes llegarán a fundar este nuevo hogar de la cultura en el país, por medio de saberes milenarios. En el encuentro se realizará la danza de la Yonna, que simboliza el fluir de la vida en forma de espiral. Como parte de la armonización, líderes espirituales de diferentes etnias del país serán invitados para reflexionar y conversar sobre el cuidado del planeta.
En este espacio, también el 21 de marzo, se llevarán a cabo dos eventos en la plazoleta del Centro Nacional de las Artes. Primero, dos performances de videomapping y pintura digital en vivo, realizados por el artista urbano colombiano Óscar González (Guache). Y este mismo lugar será el punto de encuentro del dúo suizo Cyril Cyril, con una propuesta que convoca sonidos africanos y de Oriente.
En Ladelia
La inauguración de la programación del Centro Nacional de las Artes se realizará en la sala Delia Zapata con la obra “Revuelo”, de la Corporación Cultural Atabaques junto a Tambores de Cabildo. Una puesta en escena de danza afro contemporánea de Cartagena que se presenta el 21 y 22 de marzo, de entrada libre.
La sala Delia Zapata, en homenaje a la legendaria bailarina y gestora cultural Delia Zapata Olivella (1926-2001), tendrá su propio telón de boca. La obra fue construida colaborativamente por varios artistas y dirigida por el maestro Pedro Ruiz Navia, que ganó una convocatoria del Ministerio de Cultura, realizada en el marco de la celebración de los 170 años de la conmemoración de la ley que abolió la esclavitud en Colombia. Para conocer a fondo sobre las propuestas artísticas, el 22 de marzo se realizará un conversatorio sobre arte y medio ambiente con diferentes artistas participantes en este evento.
La danzaora e investigadora de Lorica, Córdoba, fue la primera artista afro en presentarse, en 1954, en el Teatro Colón, 60 años después de su fundación en 1892. El diseño del telón (12 metros de largo y 8 de alto) es un retrato de Delia Zapata ondeando un vestido de baile que se convierte en una flor y rodeada por pescadores en una balsa.
Un escenario de encuentro
Será un punto de encuentro con cuatro escenarios: el Teatro Colón, que se integra a este gran centro cultural; la sala Delia Zapata Olivella, la sala experimental Fanny Mikey y una sala de ensayos para orquestas.
La programación artística de inauguración seguirá los días 23, 24 y 25 de marzo en la sala Fanny Mikey, con una obra de artes expandidas sobre la crisis del cambio climático: “Hybris”, una puesta en escena de la Universidad de los Andes, dirigida por la artista interdisciplinar Carmen Gil.
El 23 de marzo, en el Teatro Colón se presentará el Grupo Bahía para celebrar 30 años de vivencias musicales y espirituales del Pacífico. Finalmente, el 26 de marzo, la orquesta Nueva Filarmonía estará en la sala Delia Zapata acompañada de cinco compositores contemporáneos en la obra "Aire, aire, no puedo respirar".
Con un presupuesto de $9.150 millones para programación artística, $1.100 millones para convocatorias y $10.000 millones para su dotación, aprobado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, el Centro Nacional de las Artes se convertirá en un lugar de encuentro y apropiación cultural para más de 80 mil espectadores al año. Con más de 280 funciones, este 2023 más de 1.500 artistas realizarán aquí espectáculos de gran formato.
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Curaduría Social
El Centro Nacional de las Artes tendrá cuatro proyectos ancla por medio de los cuales materializará la idea de habitar los espacios culturales de otra manera, para así democratizarlos:
“Del agua y la tierra”: donde se promueve la conciencia ambiental y se incluyen los saberes de los pueblos originarios.
“Ancestralidad y futuro”: donde se conservan los saberes del patrimonio cultural inmaterial y se dialoga con la memoria.
“La verdad en escena”: donde se fomenta la construcción de paz y se generan laboratorios creativos para la paz.
“Idas y vueltas”: donde se fomentan el diálogo, la cooperación y el intercambio cultural con el mundo.
Estos pilares quieren convertir el Centro Nacional de las Artes en un escenario habitado por la imaginación, la memoria y la sensibilidad. Un espacio de encuentro, convergencia y proyección de las diferentes comunidades que habitan el país y el mundo.
Para el maestro Benavides, “es el planeta mismo el que pone los temas. La preocupación del planeta es una preocupación de este gobierno, pero también es una preocupación mundial. Saber leer el contexto es lo que permite construir propuestas sobre todo culturales. Crear esta programación es estar leyendo el momento histórico del país, de nuestra sociedad y del planeta”.
Acompañando la programación artística se propone el programa de “Mediación, diálogo y comunidades”, donde se realizarán actividades para un público diverso haciendo énfasis en las juventudes, la inclusión, las audiencias escolares y la investigación, así como la creación en arte y tecnología. Finalmente, se propone crear un comité autónomo de programación, que cure y selecciones de manera colaborativa la programación. Situado a dos cuadras de la Plaza de Bolívar, en el corazón de Bogotá, este espacio cultural de 17 mil metros cuadrados representa la infraestructura cultural más importante del país en los últimos años.
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