Está demostrado que los niños menores de cinco años tienen una habilidad sorprendente para saber cómo dominar las nuevas tecnologías.
Desde teléfonos inteligentes hasta tabletas y juegos de consola, ya es común ver a un niño de uno o dos años deslizar de forma intuitiva las pantallas y presionar los botones con seguridad.
Aunque los padres disfrutan de la paz momentánea al darle a su pequeño un aparato para que juegue, en secreto les preocupa si ese tiempo al frente de la pantalla le está causando daños en el cerebro.
Actualmente la sociedad consume información todo el tiempo, a veces en exceso. Incluso, las noticias falsas están a la orden del día y cada vez parecen ser más convincentes. Sin embargo, no se debe olvidar que la tecnología está ahí y es necesario controlarla y usarla para el beneficio propio.
Según Hárold Álvarez Campos, tutor de la Especialización en Informática para la Innovación Educativa de Areandina, si bien las amenazas en el contexto digital son cada día más evidentes y elaboradas, también es cierto que son grandes las ventajas y los beneficios que se obtienen de una sociedad cada vez más informatizada.
“El tema sería pensar si debemos dejar que los infantes estén conectados todo el tiempo. Incluso, podemos plantearnos dos escenarios: el primero enmarca las ventajas o lo positivo y el segundo lo que podríamos considerar nocivo para ellos”, explicó el docente.
Para aprovechar
Es importante que siempre se realice un control o supervisión por parte de adultos o cuidadores, pues así se logra guiar y supervisar las actividades de los menores en la web. Para Álvarez, hay una serie de acciones que pueden ser entendidas como positivas y que se pueden poner a favor.
- Acceso a la información: Internet permite a los jóvenes tener una amplia gama de información y recursos educativos en línea, lo que puede enriquecer el aprendizaje y desarrollo cognitivo.
- Oportunidades de aprendizaje: La tecnología puede proporcionar oportunidades de aprendizaje en línea a través de plataformas educativas, tutoriales y cursos, lo que puede ampliar el acceso a la educación y fomentar la adquisición de habilidades relevantes en la era digital.
- Comunicación y socialización: La tecnología permite a los niños mantenerse conectados con amigos y familiares a través de redes sociales, plataformas de mensajería y videollamadas, lo que puede fortalecer sus habilidades sociales y su capacidad para mantener relaciones a distancia.
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- Riesgos en línea: El uso constante de internet puede exponer a los niños a riesgos en línea, como el acceso a contenido inapropiado, la exposición a la ciberdelincuencia, el ciberacoso y la pérdida de privacidad.
- Dependencia tecnológica: El uso excesivo de la tecnología puede llevar a una dependencia y adicción a los dispositivos electrónicos, lo que puede afectar negativamente la salud mental, el bienestar emocional y el desarrollo de habilidades sociales y emocionales.
- Falta de equilibrio: Mucho tiempo “conectados’ puede afectar el equilibrio entre actividades en línea y actividades fuera de línea, como el juego al aire libre, el ejercicio físico, la lectura y otras actividades sociales y recreativas, lo que puede tener un impacto en el desarrollo integral de los infantes.
Un estudio de la Universidad de Wisconsin, en Estados Unidos, presentado esta semana en una conferencia de la Sociedad para la Investigación del Desarrollo Infantil, descubrió que los niños de entre dos y tres años son más propensos a responder a pantallas táctiles que a las que no requieren de interacción, como la televisión.
En cualquier caso, la tecnología, en la forma de celulares y tabletas, está aquí para quedarse. Muchas escuelas primarias y algunos establecimientos preescolares del mundo están introduciendo iPads en sus salones de clase para facilitar el aprendizaje. Entender la tecnología y cómo funciona forma parte del currículo.
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