Se deteriora imagen de la educación universitaria en España

Archivo AFP

Se presentó en España la semana pasada el primer barómetro sobre la Universidad de la Fundación Conocimiento y Desarrollo que están conformado por un grupo de empresas españolas. El estudio abordó a cientos de estudiantes por terminar la universidad o los egresados.

La primera cifra ya es escandalosa, cuando el 43% de los encuestados indica que no se justificó la inversión en dinero y tiempo en la universidad para su situación actual, y el 70% de los mismos considera que la universidad es poco práctica y muy teórica y que algunas veces el 48% de los entrevistados, es decir casi la mitad, piensa que la universidad no se adapta a las realidades laborales, a las condiciones del mercado.

Las cifras preocupan al ser España uno de los países del mundo con mayores tasas de acceso a la educación universitaria, donde el 44% de las personas entre los 25 y 35 años ha finalizado estudios universitarios, frente al 22% de los colombianos en el mismo rango, el 15% de los brasileños o el 5% de los sudafricanos.

Los países con mayor número de universitarios en ese rango son los coreanos con el 68% y con más del 50% los japoneses y los canadienses. Para el caso de Corea del Sur, es quizá el país con mayor crisis de duda y de crisis laboral entre la población joven de todos los países de la OCDE, lo que lleva a preguntar que tanto está aportando la educación universitaria a los jóvenes coreanos.


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Retornando al estudio español, el 23% de los estudiantes habrían cambiado de universidad si hubiesen tenido la posibilidad. Por otra parte, un 25% de los participantes considera que los títulos universitarios están sobre cualificados y eso se relaciona con otra cifra preocupante que presenta Eurostat, que indica que el 37% de los profesionales españoles tienen más estudios de los requeridos para el cargo laboral que desempeñan, siendo el país con la cifra más alta de la Unión Europea con profesionales en esa situación.

Los hechos llevan a replantear si el acceso a la educación universitaria es la única alternativa para mejorar el conocimiento y garantizar un proyecto de vida a las personas que terminan sus estudios secundarios. Bajo ese esquema cobra valor pensar en una educación terciaria o posmedia que incluya la información técnica, tecnológica, para el trabajo y otros proyectos de vida profesional, de tal forma que se responda más a las necesidades de las personas y de sus proyectos de vida.

Otra señal de alerta para que las universidades trabajen, en su función y compromiso, es que mientras más jóvenes sean los entrevistados tienen una visión negativa de la institución. El 30% de los menores de 30 años tienen una visión negativa de la universidad, frente al 85% de imagen positiva que tiene entre los mayores de 40 años.

Por la otra orilla, el instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) presentó un informe donde demuestra que las universidades, entre impuestos e IVA, aportan al gobierno español casi 26 mil millones de euros, una cifra que es 2.5 veces mas grande que el presupuesto que tienen las mismas y las hace uno de los sectores que más dinamiza la economía del país.

Entre tanto, otro estudio indica que las personas con estudios universitarios viven entre tres o cinco años más de los que no van a la universidad, lo que sin duda debe verse a la posibilidad de entender mejor el mundo, comprender prácticas del cuidado, informarse en incluso los beneficios de la universidad para el enriquecimiento personal, el desarrollo profesional y la posibilidad de fortalecer las habilidades socioemocionales.

Estos datos demuestran que la universidad es central en la sociedad, que su papel transformador no tiene cuestionamiento en el desarrollo de las personas, de la economía y de los países, pero que pretender que todos vayan a la universidad puede tener efectos contrarios al generar expectativas que no se puedan cumplir, que se masifique de tal forma que no se puede identificar la calidad y la pertinencia de la educación y la formación en general que se recibe.

*Especialista en Educación