“Still”. ¿Aún qué, aún quién? El documental sobre Michael J. Fox

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Por: Sandra M. Ríos Urquina, creadora de www.CineVistaBlog.com

Michael Douglas, un actor de método, confesaba que por allá en los tiempos de ‘Atracción fatal’ descubrió que más allá de la preparación que tienen los actores, donde se les enseña a despojarse de las máscaras para hallar la verdad de sus personajes, el ejercicio de la actuación se reduce al arte de saber mentir. Lo decía en ‘The Prodigy’ que se lanzó esta semana en el Festival de Cannes, donde ha sido celebrado con una Palma de Oro honorífica. Su colega Michael J. Fox parece coincidir cuando dice que la mayor ambición de un actor es la de pasar el mayor tiempo posible siendo alguien que no es.

Y Fox sí que sabe de eso, habiendo empezado una carrera cuando era apenas un adolescente y haber ocultado su enfermedad de Parkinson durante siete años, antes de darlo a conocer a un público que lo seguía y lo aclamaba. Durante ese largo tiempo, estando ya en la cima de su carrera gracias, esencialmente, a la serie de “Lazos familiares” y la trilogía de “Volver al futuro”, fingió ante las cámaras, con trucos en sus manos, una normalidad que se detuvo a los 29 años, cuando recibió su diagnóstico.

El documental “Still” comienza en un momento crucial para el actor donde recuerda una mañana de 1990 en la que se despierta con un sonido que le retumba en su cabeza, semejante al chirrido que hacen las polillas y que suena a la misma velocidad con la que uno de sus dedos se mueve. Sintió no ser él, pero pensó que la culpa la tenían los tragos de la noche anterior. En realidad, fue la primera advertencia de una enfermedad incurable y degenerativa.

Es Michael J. Fox quien en primera persona narra esta película con su testimonio de vida, en una historia tan auténtica como a él siempre se la ha conocido y en la que repasa su historia personal y artística, partiendo de ese hecho. Luego se dirige a sus primeros años de vida, para mostrar a un niño extremadamente inquieto que fue creciendo en un buen entorno familiar y comenzó a recibir bullying por su corta estatura, pero que se las ingeniaba para escaparse de sus compañeros.



Esa misma altura baja se convertiría en el primer interés por él de la meca del cine, pues podían contratar a un joven actor a las puertas de su mayoría de edad, para que interpretara a jovencitos menores. Así comenzó una carrera en ascenso y frenética que mezclaba producciones para televisión y cine que lo convirtieron, como él dice, en “el principito de Hollywood”, literal era una estrella. Fox llegó a filmar cinco películas en tan solo tres años, sin detener sus trabajos en la pantalla chica. Al momento de rodar “Volver al futuro”, cuenta, solo dormía unas tres horas por día.

Esos recuerdos que va trayendo a su memoria y se escenifican en la película, con ayuda de material de archivo de sus famosas actuaciones, aparecen mientras el actor se encuentra sentado en una espacio de su casa, a sus 62 años, dejando ver a otro Fox, a un hombre reflexivo que con naturalidad se sincera ante una cámara, para hablar del peso de una enfermedad dolorosa, que da sus impresiones del cómo suele ser percibido por la gente y cómo no quiere que lo perciban , y que no niega los muchos momentos en los que ha deseado saltarse ese capítulo de su vida. Por supuesto, hay un gran y largo episodio dedicado a su matrimonio de larga data con la actriz Tracy Pollan, a quien precisamente conoció en “Family Ties” y ha sido determinante en su carrera para mantenerse en su polo a tierra, y en su vida privada para no dejar perder el optimisto.

El director Davis Guggenheim (el mismo de la gran “Una verdad incómoda”) nos permite acercarnos a la cotidianidad hoy en día de Fox, al hombre más que al actor. Una habitualidad llena de desafíos, porque cada vez se le hace más difícil estabilizarse y la memoria está más deteriorada, lo que lo ha llevado a anunciar su retiro de la actuación en dos ocasiones, la última en 2020, y que ha hecho que se refugie en la escritura de libros y guiones. Nos acerca a un hombre real que odia la compasión y no ha perdido su sentido del humor. La encuentran en Apple TV+.