En 2018 el Banco Mundial presentó el primer informe sobre las condiciones de la población afrodescendiente en las escuelas de América Latina y algunas de las conclusiones a las que llegó fueron la persistencia de la desigualdad racial en la región y su impacto en diversos aspectos, incluida la educación.
Mencionó que los afrodescendientes tienen tasas más altas de abandono escolar en comparación con otros grupos étnicos. El Estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización de los Estados Americanos (OEA) (2016) tambien abordó la situación de las personas afrodescendientes en América Latina y encontró que tenían menos probabilidades de completar la educación secundaria que los no afrodescendientes.
Después de cinco años, el pasado martes el Banco Mundial presentó la actualizacion del estudio, en el informe que se llama Inclusión afrodescenciente en la educación: una agenda antirracista para América Latina. El primer indicador preocupante es qe evidencia que los 34 millones de niños y jóvenes afro tienen menos oportunidades académicas que el resto de la población y reciben una educación de menor calidad. Por ende, el riesgo de decersión es mayor frente al resto de grupos poblacionales de America Latina.
Según el reporte de 2023, casi dos de cada diez niños afros abandona la escuela antes de llegar a los grados de secundaria y solo 75 de 100 estudiantes afro logran graduarse de la secundaria frente a los 90 de 100 estudiantes blancos que logran terminarla.
El indicador sobre acceso a la tecnología para poder estudiar también muestra unas enormes brechas. Para el caso de Colombia y de Perú solo, dos (2) de cada 12 estudiantes que se identifican como afrodescendientes tiene una computadora en casa, mientras que cuatro (4) de casa 10 estudiantes de otros grupos étnicos tiene computador en casa, esto representa una diferencia de casi la mitad.
Además de las altas tasas de deserción, los que logran continuar sus estudios lo hace en condiciones de baja calidad. Las regiones y ciudades donde se concentra la población afro en países como Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Costa Rica o República Dominicana lo hacen en escuelas que suelen tener instalaciones deficientes, educadores con baja cualificación y défitit de recursos y materiales didácticos.
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En el caso colombiano hay una evidencia preocupante que arrojó el último estudio sobre los resultados de la prueba Saber, con datos prepandemia de 2019. El 32% de los estudiantes afro cumplió con los niveles de competencia mínimos exigidos en la prueba, frente al 60% de los estudiantes no afro. La pandemia generó una crisis sobre todo en las regiones más pobres o apartadas frente al acceso de la educación, lo que hará que sea posible que esa brecha haya aumentado en los últimos años.
A la situación de calidad, acceso y permanencia, hay que sumar la poca representación de afros en cargos de liderazgo o toma de decisiones en los países de la región. Hoy Colombia es una excepción con la llegada al Ministerio de Educación de una representación afro mayor, que se deberia traducir en estrategias reales de acceso, permanencia y de calidad, superar los discursos y enfocarse en las acciones para cerrar las brechas de la educación en el país y tener una política incluyente y de integración.
El panorama sigue siendo más complejo en educación superior porque, aunque la población que se reconoce como afro alcanza el 25% de la población de América Latina, solo el 12% de los graduados de universidad se reconoce como la misma. Las evidencias de esas mayores brechas se reflejan en Brasil, Costa Rica, Panamá y República Dominicana
Por otra parte, en el informe "Panorama Social de América Latina" de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) (2020) resalta las brechas existentes en términos de acceso y calidad educativa en América Latina, en especial para las poblaciones afro y las comunidades rurales.
La situación no se puede quedar en un simple diagnóstico, sino definir políticas de inclusión que permitan cerrar las brechas. La primera asociada a mejorar la infraestrcutura de las instalaciones educativas con la dotación de materiales didácticos, libros para promover la lectura y la reflexión, herramientas de trabajo bien sea físicas o digitales.
Fortalecer la cualificación docente de los profesores que trabajan con población afro, formación de posgrado, cursos, talleres, capacitaciones. Porque profesores de bajo nivel académico y desmotivados en lugar de ayudar a cerrar esas brechas las termina ampliando. Es así como se requiere trabajar intensamente en este aspecto para que cada vez se haga menos necesario presentar diagnósticos de exclusión en lo que respecta a la educación de la región.
*Especialista en educación
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