Traumática elección
La elección de Alexander López, el martes pasado, como presidente del Senado, tuvo varios capítulos clave. El primero, la definición del pulso interno en el Pacto Histórico. Si bien es cierto que, tras la salida de Roy Barreras de ese cargo, luego de que el Consejo de Estado le anulara su credencial por haber incurrido en doble militancia, el congresista vallecaucano asomó como el principal aspirante a sucederlo, para nadie es un secreto que el senador saliente no era partidario de ese reemplazo, debido a los fuertes debates que tuvieron al interior de la bancada.
Regaño presidencial
“… López terminó en el cargo por cuenta de los escándalos sobre las chuzadas y la financiación de la campaña, ya que Petro regañó al Pacto, le exigió unidad en estos momentos de crisis, recalcándoles a los senadores que las peleas internas en la bancada, los roces entre López y Barreras, la aspiración de (Paulino) Riascos y otras refriegas internas solo les servían a la oposición y los enemigos del ‘cambio’… En medio de ello, López se consolidó como la única opción y su elección fue urgente por orden de la Casa de Nariño… El Gobierno sabía que habría oposición a esa elección… Incluso, hubo cierto regaño a David Racero por haber anunciado la parálisis de las reformas en la Cámara, contrario a lo que salió diciendo López después de su reunión con Petro al comienzo de la semana”, precisó a EL NUEVO SIGLO una alta fuente del Pacto Histórico.
Los acuerdos
El segundo capítulo se dio en la plenaria del Senado. El Pacto anunció que su candidato era López y pidió a las bancadas cumplir los acuerdos políticos de julio de 2022, cuando se pactaron los turnos de rotación para las presidencias y vicepresidencias del Senado y la Cámara entre los partidos con asiento en el Parlamento. Sin embargo, se encontró de entrada con una propuesta impulsada por senadores de Cambio Radical y La U pidiendo aplazar la elección y que solo el 20 de julio, en la instalación de la nueva legislatura, se procediera a escoger el nuevo presidente de la corporación.
Al filo del reloj
“… La proposición venía rumoreándose desde hace varios días y el Pacto ya lo sabía… Cambio y parte de La U creían que se les sumarían los uribistas y conservadores en bloque, pero esto no pasó… Fueron dos horas de contactos, ruptura del quorum, reconstrucción del mismo… Tardó mucho tiempo para conseguir los 55 votos que le permitieron, al filo del reglamento y el cronómetro, hundir la proposición de aplazamiento y proceder a la votación de elección, que al final ganó por 84 votos… Lo que, al final, inclinó la balanza a favor de López es que la mayoría de los conservadores y liberales llamaron a cumplir los acuerdos por encima de todo… De hecho, algunos liberales advirtieron en privado que a ellos les tocaba el turno de la presidencia de la Cámara a partir del 20 julio y no podían poner en peligro ese cargo por algunas semanas más de Miguel Ángel Pinto en la presidencia temporal del Senado… Los verdes tienen el turno para Senado y votaron por López para no arriesga esa dignidad… Aquí no ganó el Pacto, sino la decisión de la mayoría de las bancadas de respetar los próximos turnos de las presidencias y vicepresidencias”, le dijo a este Diario un senador de la franja independiente.
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