Suecia, ejemplo a seguir para mejorar calidad educativa

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Desde comienzos del siglo XXI, la industria tecnológica comenzó una promoción de la educación a partir de medios electrónicos, tabletas, computadores, aplicaciones y cada año los eventos de educación nos muestran el poder de la tecnología para educar y acompañar a los estudiantes en los primeros años de su formación escolar.

Se afirma que las nuevas generaciones son digitales, que los procesos de lectoescritura se pueden hacer por medios digitales y así, poco a poco, la tecnología entró a en las escuelas, siendo los países desarrollados y los de mayores recursos los pioneros en las transformaciones digitales en la enseñanza.

Por esas razones es tan significativa la decisión del gobierno de Suecia, uno de los países con mejores resultados en la calidad de la educación, en paralizar la digitalización de la escuela debido al descenso en los resultados en las pruebas y los aprendizajes en herramientas lectoescritoras de los niños suecos, que desde 2016 empezó a descender de forma continua.

En la última prueba PIRLS que evalúa la comprensión lectora y las habilidades matemáticas en los primeros años de primaria, los estudiantes suecos obtuvieron 544 puntos, lo que representa un descenso significativo frente a los resultados de 2016 y el más bajo desde que se implementaron las pruebas, sobre todo en los países europeos.


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Los estudiantes de Reino Unido, Irlanda y Finlandia fueron los que mejor comprendieron los textos escritos y destacaron ideas principales en los textos. Los tres países con 580 puntos sobre 600 puntos, mientras que Suecia presentó una caída, España bajó tiene varios puntos y se ubicó en 511, mientras que los países de Europa con los resultados más bajos fueron Turquía y Bélgica, que no alcanzaron la barrera de los 500 puntos.

La ministra de educación sueca, Lotta Edholm, manifestó que las herramientas digitales están alejando a los estudiantes de la lectura y, obviamente, recudiendo las capacidades de comprensión. Por ello afirmó frente al ejecutivo del país nórdico que las tabletas saldrán de las escuelas de formación primaria y volverá a leerse en papel.

 

Regreso a los libros

El mundo editorial del papel tiene su origen y expansión desde la invención de la imprenta, pero es sólo desde la segunda década del siglo XX que comienza la distribución masiva de libros de texto para los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Los ministerios de Educación de todos los países comprendieron la importancia del uso del libro didáctico para iniciar los procesos de lectoescritura, de comprensión lectora y después se especializaron en las áreas básicas para generar los procesos de enseñanza y aprendizaje en ciencias naturales, ciencias sociales, geografía, historia, filosofía, matemáticas, ortografía, arte, física, química y segunda lengua, la que se determinara: inglés, francés y español, entre otras.

Pero la irrupción de la cuarta revolución industrial con la tecnología hizo que se pregonara el fin del libro impreso y se desprestigiaran los libros didácticos con el argumento de la actualización, las limitaciones al no contar con hipervínculos y las limitadas opciones de actividades frente al universo digital.

Pero la reflexión es que cantidad no es calidad, y que los procesos de lectoescritura requieren de un medio impreso, de escribir, de concentrarse con la información contenida y evitar tantas interacciones, así como distracciones que ofrecen la tecnología.

La decisión es trascendental y puede llevar a una cadena de cambios, porque varios países siguen de cerca los cambios que hacen Finlandia y Suecia en educación, al ser referentes en calidad y resultados académicos. Es así como escuelas españolas, alemanas, italianas y portuguesas también han anunciado que empezarán a reducir las tabletas y a introducir de nuevo el libro de texto.

En el caso colombiano el debate debe comenzar, pues desde hace años el libro de texto se ha ido eliminando de las aulas y los discursos han ido en corriente con la conectividad y el acceso a internet. Si bien la cobertura digital sigue siendo frágil en el país, volver a fortalecer los procesos de lectoescritura y de comprensión lectora desde los materiales impresos son claves.

Las empresas de tecnología y algunos expertos han manifestado riesgos en desdigitalizar las aulas, un debate entre lo académico y lo económico. Pero, sin duda, pensar en una situación donde se vuelva al papel y se intercale con la tecnología será una opción para recuperar habilidades de lectura, comprensión y resolución de situaciones que cada vez se han debilitado más en la formación escolar.

Superar el tema económico y pensar en los aportes pedagógicos y cognitivos será necesario para realizar los cambios requeridos.

*Especialista en educación