La comisión de disciplina de la UEFA castigó con cuatro partidos de suspensión al entrenador de la AS Roma, José Mourinho, por los insultos que profirió al árbitro durante la final de la Europa League que el equipo italiano perdió contra el Sevilla el pasado 31 de mayo.
Tras esa tensa final disputada en Budapest y que se decidió en los penales (1-1 tras prórroga, 4-1 en los penales), circuló un video del entrenador portugués gritando en el parking del estadio al árbitro principal del encuentro, el inglés Anthony Taylor, "puta vergüenza, es una puta vergüenza".
Mourinho, de 60 años, no podrá por lo tanto sentarse en los cuatro primeros partidos de la Europa League de la Roma de la próxima temporada, precisó la UEFA en un comunicado.
Según la organización inglesa de árbitros PGMOL, Anthony Taylor y su familia además fueron "acosados e insultados" por aficionados de la Roma en el aeropuerto, hechos no tenidos en cuenta por la UEFA cuyas competencias no sobrepasan los límites del estadio.
La UEFA también condenó a la Roma al pago de 55.000 euros de multa y un partido como visitante sin aficionados por varias infracciones como el "uso de bengalas" y el "comportamiento incorrecto" del equipo.
El club italiano deberá igualmente "contactar con al Federación Húngara de Fútbol en el plazo de 30 días" para reparar los daños provocados en el estadio por sus aficionados, quienes rompieron "contenedores de basura, papeleras, cristales, tomas eléctricas y dos asientos".
La UEFA, en cambio, no anunció sanciones para el Sevilla, pese a que se había abierto un proceso disciplinario en su contra por faltas como "invasión del terreno de juego, lanzamiento de objetos, uso de bengalas y comportamiento incorrecto del equipo".
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