Ley de la vida es mirarse al espejo un día cualquiera y descubrir una cantidad de manchas, arrugas y líneas de expresión en el rostro que antes no estaban.
Los cambios, y en particular los físicos, que experimentamos a medida que se envejece no siempre son fáciles de encajar. Después de los 40, la crema hidratante que se usaba para el cuerpo o la cara puede ya no ser suficiente ni efectiva.
El envejecimiento de la piel es una consecuencia inevitable del paso del tiempo. Al superar los 40 años, cada vez son más visibles signos de la edad como las arrugas o la pérdida de luminosidad y tersura. Aunque estas consecuencias no pueden evitarse, pueden retrasarse e incluso disminuirse si se trata la piel de manera adecuada.
Cuando se habla de cuidado de la piel, adaptarse significa analizar en profundidad las necesidades particulares de la misma, ver qué ha cambiado y ver cómo se puede hacer para atenderla. En definitiva, se trata de evaluar al estado de la piel para encontrar una rutina que se ajuste a estas nuevas necesidades y que sea eficaz.
A partir de los 40 años es cuando los expertos advierten que la piel experimenta cambios significativos, como la pérdida de volumen, la disminución de la elasticidad, la aparición de arrugas más notables y el aumento de daños causados por el sol. Además, una piel envejecida tarda más en regenerarse que una joven, por eso mismo la prevención es clave.
En esta etapa es esencial adaptar la rutina de cuidado de la piel, prestando atención a todas sus capas, incluidas las más profundas, e incorporando ácido hialurónico (tanto de día como de noche) para aumentar la retención de la hidratación.
El Centro Médico Estético Dr. Bline trae cinco consejos para cuidar de manera adecuada la piel, lucir un rostro más joven y poder retrasar los signos de la edad.
Vitaminas C y A en la dieta
El consumo de vitaminas C y A es necesario desde la infancia, pero se debe incrementar a partir de los 40 para conservar una piel tersa. Esto es debido a que los niveles de colágeno y elastina, responsables de mantener la piel tersa, comienzan a disminuir a partir de los 25 años.
Los estudios “The roles of vitamin C in skin health” y “Safety evaluation and anti-wrinkle effects of retinoids on skin” han demostrado que las vitaminas A y C ayudan en la síntesis natural del colágeno. Esto le proporciona elasticidad y firmeza al rostro, previniendo los síntomas del envejecimiento cutáneo.
El protector solar
El sol es uno de los grandes enemigos de la piel, la cual se debe protegerla para evitar quemaduras y posibles enfermedades como el cáncer de piel, pero también para retrasar la aparición de arrugas y posibles manchas y verrugas. A partir de los 40 años es necesario utilizar un protector solar superior a 30 para cuidar la piel de manera adecuada.
Rutinas de limpieza
Uno de los aspectos claves para llevar un buen cuidado de la piel es mantenerla limpia y libre de agentes nocivos y suciedad. La constancia es fundamental y debemos realizar dos limpiezas faciales al día:
Una por la mañana para eliminar los restos de los productos aplicados la noche anterior, el sudor y las toxinas también acumuladas mientras dormimos.
Y una por la noche para desprendernos del maquillaje, cosméticos, sudor y toxinas acumuladas en la piel con el paso de las horas.
Para realizar una limpieza más profunda es recomendable utilizar cepillos de limpieza y productos especiales exfoliadores para mantener los poros limpios y visiblemente más cerrados.
Colágeno y ácido hialurónico
La pérdida de colágeno a partir de los 25 años hace que la piel se vuelva cada vez más flácida, pierda su firmeza y aparezcan las arrugas. Utilizar cosméticos con colágeno ayudará a recuperar esa firmeza y elasticidad perdida. Esta clase de productos también ayudan a corregir arrugas, disminuyendo su grosor y dando un aspecto más joven.
La hidratación también es un aspecto fundamental para el cuidado de la piel. El ácido hialurónico tiene una gran capacidad para atraer y retener las moléculas de agua, por lo que es un componente clave en cualquier rutina facial. Mantener una piel bien hidratada aportara luminosidad a tu rostro, consiguiendo un aspecto más joven.
Tratamientos estéticos
Aspectos como llevar una buena dieta, utilizar protector solar y mantener la piel limpia e hidratada resultan importantes tanto para nuestra salud como para el aspecto, pero no resultan milagrosos. Si bien es cierto que pueden ayudar en ciertos aspectos estéticos, para conseguir unos resultados 100 % eficaces y duraderos la mejor opción es apostar por los tratamientos médico-estéticos.
- Le puede interesar: "Crisálida": la historia de Blanca Huertas, una mujer de ciencia
Peeling
El peeling un tratamiento de exfoliación de la piel para eliminar las células muertas de la capa superior de la piel. Este tratamiento elimina puntos negros, manchas solares, actúa contra la glándula sebácea que provoca los puntos negros y reduce las cicatrices de acné y estrías. Aporta luminosidad, textural y unifica los tonos de la piel.
El proceso de renovación de la piel se produce de manera natural, pero con el paso de los años este proceso cambia y se ralentiza. El peeling y su exfoliación en profundidad es la ayuda que necesita la piel a partir de los 40 para llevar a cabo una correcta renovación y conseguir un aspecto más juvenil.
Mesoterapia
La mesoterapia facial es un tratamiento muy simple y mínimamente invasivo que introduce nutrientes a través de la capa superficial de la piel. Se inyectan vitaminas, ácido hialurónico, aminoácidos o péptidos para favorecer la circulación sanguínea.
Los resultados de este tratamiento son muy efectivos y desde la primera sesión se verá la piel más luminosa, rejuvenecida, tersa e hidratada.
Infiltraciones
Se trata de un procedimiento sencillo y rápido. Las infiltraciones de ácido hialurónico hidratan la piel, estimulan la producción de colágeno y rellenan surcos y arrugas. Consigue resultados naturales y personalizados a los rasgos y objetivos de cada paciente.
Al producir una hidratación de la piel en profundidad, esta recupera su elasticidad y mejora su textura consiguiendo un aspecto rejuvenecido.
Bioestimuladores
El tratamiento con bioestimuladores consiste en hacer pequeñas inyecciones con este producto para estimular la producción de colágeno. De esta manera se recuperan las mismas características perdidas al desaparecer esta proteína.
Estas sustancias no son para rellenar, sino para bioestimular. Después de su uso, la piel consigue un aspecto más natural y juvenil. Esto sucederá después de que se estimulen los fibroblastos (células que producen fibras de colágeno).
Los tratamientos médico-estéticos faciales son la herramienta más eficaz para combatir el envejecimiento y los signos de la edad y conseguir resultados inmediatos y prolongados en el tiempo, pero recuerde que debe realizarlos un profesional cualificado.
- Inicie sesión o regístrese para enviar comentarios