Enfrentado

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El Informe Final que entregó la Comisión de la Verdad, con el que se busca contribuir al esclarecimiento de lo ocurrido durante el conflicto armado colombiano, dejó algunas recomendaciones en particular para la Fuerza Pública, entre las que destacan la reforma o eliminación del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) “e incorporación de procesos de formación públicos y evaluables para prevenir la estigmatización y criminalización de movimientos y organizaciones sociales”.

Entre los que están de acuerdo con este punto de la Comisión está el senador saliente de la Alianza Verde Antonio Sanguino, quien dijo que “el uso de la fuerza es algo excepcional y procede como último recurso para evitar afectaciones mayores a terceros. No obstante, las acciones del Esmad a lo largo de la historia demuestran que sus intervenciones no son proporcionales ni preventivas, dado que se observan actuaciones por parte de este escuadrón por fuera de la ley y en contravía de los derechos humanos”.

Por eso, Sanguino señaló que “las funciones de este escuadrón deberían ser trasladadas a la Fuerza Disponible de la Policía, unidad que ya existe y que cuenta con el entrenamiento y equipamiento necesario para contener e intervenir ante hechos de violencia”.

“En su lugar se debe dar paso a una unidad especial de diálogo y mediación policial que garantizará el derecho fundamental a la protesta social, el respeto a los derechos humanos y a todas aquellas personas que se vieran afectadas por el uso desmedido de la fuerza por parte del Esmad”, remarcó.

Sanguino también sostuvo la necesidad de recuperar la credibilidad de la Fuerza Pública, pues la última encuesta de Invamer arrojó que el 55% de los encuestados estuvieron en desacuerdo con que el Esmad de la Policía Nacional intervenga cuando hay manifestaciones y protestas que afecten a otros ciudadanos.

Por el contrario, el también senador saliente Ernesto Macías, del Centro Democrático, insiste en que “si bien es cierto que durante las manifestaciones públicas violentas se han presentado penosas muertes y graves afectaciones a la integridad física tanto de manifestantes como de oficiales de policía, así como pérdidas ingentes por daños a la propiedad pública y privada, la intervención de la Policía y del Esmad ha evitado que las muertes, lesiones y los daños hubieren tenido una magnitud mayor”.

Macías encuentra incoherente que “se traiga a colación el derecho a la manifestación pública reconocido en los Acuerdos de Paz celebrados con las Farc pero que se desconozca el derecho a vivir en paz por parte de los no manifestantes en Colombia, obligándolos a sufrir toda clase de daños y afectaciones causados por manifestantes violentos, al tiempo que se censura y proscribe la actuación policial”, agregó.

“Por eso, estimamos que durante las manifestaciones públicas que se tornen violentas, es necesaria la presencia, continuidad y fortalecimiento del Esmad”, finalizó Macías.