Un concepto que desde hace años se escucha en los discursos de los políticos, gobernantes y economistas es la condición de la clase media. Si se toma en cuenta lo que establece el DANE, tiene que ver con aquellas personas que devengan entre $690.000 y $3'178.000 mensuales y está conformada por el 27% de la población.
Sin embargo, más allá de este nivel, se tiene la duda sobre qué otra condición debe tener una persona para pertenecer a esta clase social, que abarca a unos 11 millones de personas.
Para Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, el concepto de clase media consiste en que “la definición de clases sociales por ingreso es solo eso, una medición. Sujeta a críticas y a mejoras, permite entender la evolución de los ingresos de la población y reorientar la política pública. Pero no es una categoría inmutable y tampoco debe 'definir' a una persona o un hogar. La identidad de un hogar abarca elementos muchos más amplios que la capacidad de generación de ingresos”.
El actual rector de la Universidad EIA, José Manuel Restrepo, dijo sobre la clase media: “Creo que es más que una clasificación por divisiones o de una capacidad moral, no creo que sea un privilegio, ni más faltaba, creo que es simplemente una identificación de personas de la población con una capacidad de ingresos. En ese orden de ideas, eso ha sido muy importante para Colombia, tener una clase media fuerte, es importante esa construcción que nos ha permitido tener una pujanza en las empresas, nuevas firmas. Además, esto ha traído mejora en la innovación, en emprendimiento, en la capacidad de generar empleo. Ojalá tuviéramos más clase media, con lo que se puede tener mejores ingresos y así lograr mejorar las condiciones de vida de miles de colombianos.
Un economista experto que ha ocupado altas posiciones públicas, pero prefiere pasar de incógnito, dijo a EL NUEVO SIGLO que en Colombia el concepto de clase media es diferente a la de otros países, teniendo en cuenta sobre todo el nivel de ingresos y el desarrollo profesional.
Para el experto, “la clase media para los economistas tiene que ver con las cifras, con los ingresos, pero para los políticos es solo una parte de la población, un estrato para aprovechar en las votaciones”.
Las cifras
Destaca sobre la condición de la población que entre 2012 y 2019 hubo una gran disminución de pobres, pasando de 40,8% a 35,7%. Pero la clase media ha vuelto a crecer a montos similares a 2021, es decir, casi llega a nivel de prepandemia.
En el periodo 2019-2020 el golpe en la clase media fue duro, pues 1'795.579 de personas salieron de esa condición de la clase media y ya en 2021 se recobraron 1'124.511 que regresaron a ese nivel.
En 2019 el total de la clase media abarcaba a 10'538.187 ciudadanos, en 2020 eran 8'742.608 y en 2021 alcanzaba 9'867.119 personas.
La condición
Por otra parte, en un análisis publicado en Razón Pública, la experta María José Álvarez Rivadulla, Ph.D. en Sociología de la Universidad de Pittsburgh y directora del Área de Sociología de la Universidad de los Andes, señala lo que en algún momento sostuvo el exministro de Hacienda José Antonio Ocampo, al afirmar que las personas que ganan diez millones de pesos en Colombia no pertenecen a la clase media sino a la clase media alta o alta y, por tanto, deberían pagar más impuestos, y sostiene que “la clase media es amplia y tiene definiciones múltiples; en Colombia las personas de clase media no ganan más de diez millones”.
Asegura en su escrito la socióloga que “antes que nada, es importante entender las diferencia entre la clase objetiva y la clase subjetiva. La primera es nuestra posición socioeconómica, que determina aspectos fundamentales de nuestras vidas como los derechos, ingresos, calidad de vida e incluso expectativa de vida. Esa posición siempre depende de la sociedad en la que vivimos”.
“Para la sociología, la clase media está compuesta por individuos que tienen ocupaciones no manuales que requieren ciertas habilidades que la clase baja no tiene. Esto incluye secretarias, vendedores de empresas grandes y microempresarios con empleados a cargo. En contraste, la clase alta está compuesta por personas que tienen más habilidades, autoridad o capital que las de clase media. Suelen tener educación superior, ser propietarios de pequeñas o medianas empresas o tener un gran número de empleados a cargo”, explica en su análisis.
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Los ingresos
Indica en el informe que “al observar la variable que usan los economistas para medir la clase, vemos que el ingreso real per cápita del quintil superior de ingresos es, en promedio, inferior a dos millones de pesos. Esto significa que quienes ganan más de dos millones de pesos pertenecen al 20% de los que más ganan en Colombia y, por tanto, quienes ganan diez millones están aún más arriba en la pirámide socioeconómica".
Es importante señalar que los ingresos suelen ser una consecuencia de la posición en el mercado laboral, por lo cual los sociólogos prefieren usar la ocupación en vez de los ingresos para medir la clase. En efecto, en el caso colombiano, la mayor parte de los ingresos son laborales y pese a que el porcentaje de otros ingresos es más alto a medida que aumentan los ingresos, incluso para el quintil más rico, el 70% de los ingresos son laborales”.
Vale la pena recordar que, en Colombia, quienes cuentan con educación superior ganan más que quienes no la tienen y, por tanto, podrían ser considerados de clase alta.
En suma, si usted tiene educación universitaria o un empleo no manual calificado, es dueño de una empresa mediana o grande o un alto ejecutivo, usted no pertenece a la clase media.
La clase subjetiva
Por otra parte, señala Álvarez Rivadulla que “la clase subjetiva se refiere a la percepción que tienen los individuos sobre su posición socioeconómica, es decir, la clase a la que creen o sienten que pertenecen. En un estudio que realicé con personas que objetivamente pertenecen a la clase media y media alta, encontré que en Colombia la educación y el barrio son claves para determinar quién se considera de clase media.
En el estudio establecí una comparación con Uruguay y descubrí que en Colombia saber “hablar bien” y “acceder a educación privada” son fundamentales para que las personas consideren que alguien pertenece a la clase media. Esto es algo normal en una sociedad altamente desigual y con una gran fragmentación educativa. El barrio y sobre todo el estrato del barrio también son pistas usadas por las personas para establecer a qué clase pertenecen los demás. La mayoría identifica como clase media a quienes viven en estratos 3 y 4”.
Explica en su análisis la investigadora que “otro hallazgo interesante es que a los colombianos les cuesta hablar de clase. De hecho, hablan más de estrato que de clase y distinguen a la clase media de la clase alta porque la última no depende tanto de los ingresos laborales, lo cual no necesariamente es cierto como expliqué anteriormente. Aunque existen diferencias entre la clase objetiva y la subjetiva, no es cierto que en Colombia todos crean que son de clase media. Según el Barómetro de las Américas, los colombianos tienen bastante “conciencia de clase” en comparación con los ciudadanos de otros países de la región”.
La percepción de la posición
La analista Álvarez Rivadulla sostiene en su investigación que “en otro estudio donde analizamos datos del Barómetro de las Américas encontramos que los colombianos tienen una percepción bastante acertada de su posición de clase, pues aquellos que tienen más educación y riqueza se consideran de clase más alta y quienes viven en las ciudades también. Resulta interesante que, al controlar por riqueza y educación, las personas de piel oscura se consideran a sí mismas de clase más baja que el resto de la población, lo cual da cuenta de la interseccionalidad entre clase y raza en un país que aún es racista y clasista. La antropóloga Mara Viveros ha escrito extensivamente sobre las dificultades adicionales que enfrentan las personas negras que pertenecen a la clase media, quienes deben pasar por procesos de blanqueamiento para pertenecer”.
Sostiene la socióloga que “con todo esto no quiero decir que quienes se indignaron por las declaraciones de Ocampo estén completamente equivocados, pues es cierto que los más ricos de Colombia ganan mucho más de diez millones. Sin embargo, quienes ganan este monto sí pertenecen a la clase alta, porque la clase siempre depende del contexto. En otras palabras, la pobreza y la riqueza siempre son relativas.
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