La educación técnica y tecnológica desempeña un rol fundamental en el desarrollo de la economía de los países, porque responde al mercado laboral, a las posibilidades del desarrollo industrial, y de la generación de empleo.
En el caso de Colombia, el fortalecimiento de este tipo de educación se ha vuelto una necesidad imperante, en un entorno global cada vez más impulsado por la innovación y la tecnología. Es una oferta de educación crucial para el progreso de Colombia y su implementación puede impulsar el crecimiento económico, la competitividad y el bienestar social.
Las cifras
Según el Ministerio de Educación Nacional de Colombia, en 2019 se registraron cerca de 2,6 millones de estudiantes matriculados en programas técnicos en todo el país. La oferta viene de una red de instituciones educativas que ofrecen programas técnicos y tecnológicos, entre ellas el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), instituciones de educación superior, colegios técnicos y centros de formación profesional.
Sin embargo, se podría afirmar que el Sena concentra la mayor parte de la oferta y de los estudiantes matriculados, sin otras instituciones que generen una exigencia de mejora y competitivas en temas de calida y formación.
La oferta de programas técnicos en Colombia se ha enfocado en áreas, como la ingeniería, la salud, la administración, la informática, la hotelería y el turismo, entre otros. Estos programas brindan a los estudiantes habilidades prácticas y conocimientos especializados para ingresar al mercado laboral o emprender proyectos propios. Sin embargo, se requiere una articulación con la educación superior, para que los estudiantes que completan programas técnicos continúen su educación y obtengan títulos universitarios.
Muchas instituciones de educación superior en Colombia ofrecen programas de educación tecnológica que permiten a los estudiantes avanzar en sus estudios y obtener títulos profesionales. Sin embargo, se debe superar la idea que toda formación debe llegar a un título universitario y per sé la educación técnica y tecnológica debe garantizar trayectorias de vida a quienes la realizan.
La necesidad de invertir más
El gobierno colombiano ha reconocido relevancia de la educación técnica y ha destinado recursos significativos para fortalecerla. El Sena, en particular, es una institución emblemática en el país que ofrece programas de formación técnica y tecnológica de calidad y de forma gratuita. Pero se requiere fortalecer espacios de formación diferentes y enfocar en una oferta regional donde no llega este Servicio de Aprendizaje, ya que hay regiones del país que carecen de la posibilidad de esta formación.
El mercado laboral actual demanda cada vez más profesionales con habilidades técnicas y tecnológicas. Las empresas requieren trabajadores capacitados en áreas como la ingeniería, la programación, la robótica, la inteligencia artificial y otras disciplinas afines. La educación técnica y tecnológica brinda las competencias necesarias para satisfacer estas demandas y garantizar una mano de obra calificada y competitiva.
Beneficios
La educación técnica y tecnológica fomenta la creatividad, la innovación y el espíritu emprendedor. Los estudiantes tienen la oportunidad de desarrollar proyectos y soluciones innovadoras, que les permite aplicar sus conocimientos técnicos a la resolución de problemas reales. Estas habilidades son vitales para impulsar la economía del país, generar empleo y promover el desarrollo sostenible.
Favorece el cierre de la brecha de desigualdad, porque proporciona oportunidades de formación y empleo a comunidades desfavorecidas, se les brinda la posibilidad de acceder a mejores condiciones de vida. Además, al estar centrada en habilidades prácticas y aplicables, la educación técnica y tecnológica brinda a los estudiantes alternativas viables para el empleo y la generación de ingresos.
En un mundo cada vez más digitalizado es esencial que Colombia se adapte a los avances tecnológicos. La educación T&T es clave para preparar a los estudiantes para los desafíos y oportunidades de la era digital. La formación en áreas como la programación, la ciberseguridad, el análisis de datos y la inteligencia artificial permite a los estudiantes desarrollar habilidades que serán demandadas en el futuro.
El desarrollo de una fuerza laboral capacitada en áreas técnicas y tecnológicas fortalece la competitividad de Colombia a nivel global. Un país con una sólida educación técnica y tecnológica tiene mayores posibilidades de atraer inversiones, estimular la creación de empresas nacionales y fomentar la innovación. Esto se traduce en un crecimiento económico sostenible y en una mejor calidad de vida para sus habitantes.
La educación T&T se ha convertido en una necesidad imperante en Colombia. El fortalecimiento de este tipo de educación tiene el potencial de impulsar el desarrollo económico, cerrar la brecha de desigualdad, fomentar la innovación y mejorar la competitividad del país.
Es fundamental que el gobierno, las instituciones educativas y la sociedad en su conjunto reconozcan la relevancia de invertir en la educación técnica y tecnológica, para asegurar una educación más incluyente y conectada con el mundo laboral y profesional en el país.
*Especialista en Educación
- Inicie sesión o regístrese para enviar comentarios