EL PAPA FRANCISCO HA DESIGNADO A TRES DE ELLOS
Perspectiva. En 60 años, Colombia ha tenido 11 cardenales

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Entre los 21 cardenales que el papa Francisco creará durante el consistorio del próximo 30 de septiembre está  el arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Luis José Rueda Aparicio, quien será el onceavo purpurado en el país. El mayor número de ellos nacieron en Santander, precisamente son los tres últimos que hasta el momento han sido designadod.

De Santander son originarios los monseñores Luis José Rueda, José de Jesús Pimiento Rodríguez y Jorge Enrique Jiménez Carvajal.

Este último es el décimo cardenal que tiene Colombia y fue designado el año pasado por el papa Francisco.

En tanto que en 2015, José de Jesús Pimiento, el noveno colombiano que alcanzó esa distinción, fue designado a los 95 años  cardenal por el papa Francisco. Por su avanzada edad no pudo ir a Roma a la ceremonia. Sin embargo, días después recibió en Bogotá de manos del cardenal Rubén Salazar el birrete, el anillo cardenalicio y el pergamino con el título. Falleció en 2019 en Floridablanca, Santander, cuando era el cardenal con más edad en el mundo.

Originarios de Bogotá han sido los cardenales Luis Concha Córdoba y Rubén Salazar. 

Monseñor Concha Córdoba fue el segundo cardenal presbítero del país, designado en 1961 por el papa Juan XXIII. Falleció en 1975 en Bogotá. El octavo fue monseñor Rubén Salazar, quien fue creado cardenal presbítero en 2012 por el papa Benedicto XVI. 

En Antioquia vinieron al mundo los cardenales Aníbal Muñoz Duque y Darío Castrillón Hoyos.

Monseñor Muñoz Duque fue el tercer cardenal colombiano, escogido en 1973  para esa dignidad por Pablo VI. Falleció en 1987 en Bogotá.

Le correspondió a monseñor Darío Castrillón Hoyos ser el sexto cardenal en el país. Fue elevado a esa dignidad en 1998 por Juan Pablo II. Murió en 2018 en Roma, Italia.

Originario de Tenjo, Cundinamarca, era monseñor Crisanto Luque, el primer cardenal colombiano, designado en 1953 por el papa Pío XII. Murió en Bogotá en 1959. Del Valle del Cauca es monseñor Pedro Rubiano Sáenz, el quinto purpurado del país, quien fue creado cardenal presbítero en el 2001 por el papa Juan Pablo II. Presentó su dimisión en julio de 2010 al cumplir la edad de jubilación. 

El séptimo cardenal colombiano, monseñor Alfonso López Trujillo, nació en Tolima. En 1983 fue nombrado en el segundo consistorio convocado por el papa Juan Pablo II. En ese momento era el purpurado más joven en el mundo, con 48 años. Murió en Roma en 2008.

El cuarto cardenal de Colombia fue monseñor Mario Revollo Bravo. Con él hay una curiosidad, porque nació en Génova (Italia), debido a que su padre en 1919 era cónsul en ese país europeo. El papa Juan Pablo II lo nombró en 1988 cardenal presbítero. Murió en Bogotá en 1995.



Hechos curiosos 

De los cuatro cardenales que en este momento tiene Colombia, Pedro Rubiano, Rubén Salazar y Jorge Enrique Jiménez no son electores, es decir, que no pueden participar por contar con más de 80 años, junto con 99 de otros países, en el cónclave que se tenga que hacer por la renuncia o muerte del papa Francisco.

Mientras que sí es elector monseñor Luis José Rueda, quien cuenta con  61 años e incluso tiene la posibilidad, como los otros 137 cardenales electores que hay en este momento, de ser elegido papa en el cónclave.

Uno de los vaticanólogos más reconocidos del país es Hernán Alejandro Olano, quien en diálogo con EL NUEVO SIGLO recordó que hace un tiempo Colombia tuvo tres cardenales electores.

“Eso fue fortuito en ese momento; eran Rubiano, Castrillón y López Trujillo, quienes tenían cargo en Roma. López Trujillo, aunque era presidente de un consejo pontificio, que es como un director administrativo, era dentro de la Iglesia más importante que Castrillón, quien era como ministro, porque los cardenales se dividen en tres categorías: cardenales obispos, cardenales presbíteros y cardenales diáconos”, explicó Olano.

Agregó que los cardenales obispos son siete, que son de las diócesis de Roma, una de las cuales se le había asignado a López Trujillo. “Aunque era director de departamento en el Vaticano, era más importante ante la Iglesia por ser uno de los siete del círculo más cercano del papa”, dijo el experto.

Añadió Olano que el mayor número de cardenales son italianos, después españoles, alemanes. “De América serían Brasil, México, Argentina; después estaría Colombia”.

Hernán Olano hizo memoria sobre hechos importantes y anecdóticos de los cardenales del país. “A Concha Córdoba y a Aníbal Muñoz Duque, como obispo auxiliar y luego como cardenal, les tocaría la visita de Pablo VI y todo el proceso del Celam de Medellín”, acotó.

Dijo que “Mario Revollo Bravo le hacía honor a su apellido porque era demasiado distante, antipático, y pues como había nacido en Italia, sentía también que era como de sangre azul”.

En tanto que Olano recordó de monseñor Pedro Rubiano que se metió en política, entre otras para hablar del proceso 8.000, como cuando dijo una frase que se hizo célebre: “Si a uno se le mete un elefante a la casa, lo ve", esto frente a la explicación que dio el entonces presidente Samper, de que "si ingresó dinero del narcotráfico a la campaña, fue a mis espaldas”.

Añadió el vaticanólogo que esa participación de monseñor Rubiano “le retrasaría como arzobispo de Bogotá ser cardenal, hasta que llegó Andrés Pastrana y dio el visto bueno. Porque para ese tema los presidentes son los que dan el beneplácito”.

También rememoró que a Darío Castrillón “el tema de su cercanía con Carlos Lehder (el narcotraficante) siempre eso se le criticó”. En tanto que López Trujillo también tuvo críticas “por ser demasiado conservador como presidente del Pontificio Consejo para la Familia”.

“Y el cardenal Rubén Salazar, muy ponderado y poco radical en los temas propiamente políticos, que son en los que siempre se quiere tener la participación de la Iglesia como voceros o como mediadores”, señaló Olano.

Hizo además memoria de que monseñor Jiménez estuvo secuestrado y “después de la liberación se lo llevaron a Cartagena con un desarrollo de una pastoral muy moderada y sin mayores pronunciamientos. Y monseñor Rueda, que está mucho más en sintonía con la corriente franciscana, por así decirlo, de Francisco”.

En tanto que “lo de monseñor Rubén Salazar vale la pena destacar que Bogotá en ese momento fue la primera arquidiócesis en adoptar el protocolo del buen trato, con el propósito de realizar los procesos por pederastia contra sacerdotes”, y se convirtió en modelo.

Olano dijo que “no hay un tiempo para llegar a ser cardenal, el más joven tiene 49 años. Pero lo que sí hay que tener en cuenta es que el promedio de edad de los cardenales en este momento está en 77 años, monseñor Rueda está por debajo, le quedan 17 a 18 años para estar en el colegio cardenalicio”.

Una pregunta que muchos se hacen es si los cardenales reciben una pensión cuando se retiran por edad.

“Cuando existía la Caja Vocacional, que la quebró monseñor Gaitán Mahecha, la idea era que hubiese también un proceso para pensionar a los sacerdotes. Pero con la Ley 100 del 93, todo sacerdote debe mensualmente entregar en la diócesis a la que pertenece el valor de los aportes para que lo incluyan en la planilla, y prácticamente todos únicamente reciben el salario mínimo”, explicó Olano.

Continuó: “Con los obispos, el Código de Derecho Canónico dispone algo que maneja la Mesa del Obispo, y es que deben procurar los demás sacerdotes dar un poquito más para que se puedan sostener la diócesis y el correspondiente obispo, en este caso también los cardenales eméritos”.

Varios cardenales colombianos han sido designados en algunos órganos de la Santa Sede.

Monseñor Jorge Enrique Jiménez ha sido miembro de la Curia Romana en la Pontificia Comisión para América Latina y del Pontificio Consejo para los Operadores Sanitarios; monseñor Darío Castrillón Hoyos se desempeñó como prefecto de la Sagrada Congregación para el Clero y presidente de la Comisión Pontificia Ecclesia Dei.

Monseñor Pedro Rubiano ha sido miembro en la Curia Romana de la Congregación para la Educación Católica y del Pontificio Consejo para los Migrantes e Itinerantes.

Monseñor Alfonso López Trujillo fue presidente hasta su fallecimiento del Pontificio Consejo para la Familia de la Santa Sede. Mientras que monseñor Rubén Salazar ha sido miembro de la Pontificia Comisión para América Latina, del Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz, miembro de la Congregación para los Obispos y de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica.