EN POCO más de dos años y diez meses, el Banco de la República incrementó las tasas de interés de referencia en 11,5%, pasándolas de 1,75% en septiembre de 2020 a 13,25% hasta junio de este año.
En ese período, el principal argumento del Banco era que se debía contener la inflación a como diera lugar. Sin embargo, en ese lapso, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) pasó de 1,97% a 12,13% a junio de este año.
No obstante, como la inflación ya lleva tres meses seguidos a la baja, tanto los mercados como analistas están abriendo la puerta para que el Emisor comience a aflojar su política monetaria y decida bajar los intereses.
Uno de los analistas que con más insistencia está pidiendo al Banco que baje las tasas de interés, es el exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, quien hizo un llamado al Banco de la República para que reduzca sus tasas de interés.
Ocampo reiteró ese llamado en una columna editorial de un diario de Bogotá. Esto, ante los cambios positivos que ha habido respecto a la caída de la inflación, así como del aumento anual de precios al productor. Además, por el impacto de las tasas en la actividad económica.
“Es hora de que el Banco de la República inicie la reducción de sus tasas de interés. Si utiliza todas las oportunidades y reduce la tasa en 25 puntos en cada ocasión, la tasa sería del 12,25% a fines del año”, escribió Ocampo en El Tiempo.
Por su parte, el gerente del Emisor, Leonardo Villar, cree que solo hasta después de julio podría existir una posibilidad de estudiar una flexibilidad en las tasas de interés.
Contracción
En ese sentido, aseguró que, si se reducen las tasas de interés con la propuesta que expuso, su valor estaría “todavía en el terreno contraccionista, es decir, por encima de la inflación esperada”.
También resaltó que es importante la reducción de las tasas de interés, ante la disminución de más de 14 puntos porcentuales, en relación con diciembre, del aumento anual de precios al productor para oferta interna.
Pero no son solo los aspectos positivos, sino también el efecto de las altas tasas de interés. “Se refleja en una disminución de las importaciones de más del 15%, en la menor de la demanda de los consumidores de acuerdo con todas las encuestas y en un verdadero colapso de las ventas de vivienda y auto”.
“Como resultado de ello, la actividad económica está siendo afectada. En abril disminuyó el índice de actividad que estima el DANE. Los indicadores de opinión de Davivienda y Fedesarrollo muestran un mejor comportamiento en mayo y junio. Aunque la actividad económica creció muy poco o nada en el segundo trimestre”, escribió Ocampo.
El crédito
Confirmando la disminución de la actividad económica, un estudio de DataCrédito Experian, dijo que el número de los créditos en Colombia se redujo 8% entre enero y abril de 2023.
En 2021 y 2022 se presentó un crecimiento de 32,3%, pasando de 12,6 millones de operaciones a 16,7 millones. Pero para el comienzo de este año se redujo el número de créditos a 15,4 millones.
Esta reducción, explica el análisis, se debe por un lado al aumento de las tasas de interés de los créditos, generada por la política monetaria del Banco de la República de aumento de tasas para controlar la alta inflación.
Sin embargo, según análisis de expertos, sí habría una reducción para este año. De acuerdo con Credicorp Capital, las tasas de interés terminarían en 10,75% en 2023. Y para 2024, caerían hasta el 7%.
Este pedido al Emisor para que baje los intereses, tienen que ver en que el principal argumento para subirlas está desapareciendo con la caída de la inflación desde el tope de 13,34% en marzo de ese año, a 12,13% en junio.
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La puerta
En cambio, la pregunta de todos es cuándo comenzará a bajar del nivel de los intereses desde 13,25 %. El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dijo que, ante la disminución en los precios, la mencionada tasa se convirtió en el techo y que en “dos o tres meses máximos” el banco central colombiano puede comenzar a bajar las tasas.
Antes bien, hay algunos elementos en juego que podrían hacer que el Emisor tome más tiempo para comenzar a bajar el costo de su principal tasa.
En el plano externo hay factores como la posibilidad de que la Reserva Federal (FED) en Estados Unidos continúe subiendo sus tasas de interés y que, además, hacia final de año se presente, en el mejor de los casos, una desaceleración. Y que, con una intensificación del conflicto en Ucrania con los ataques de Rusia, se afecten algunos precios.
A eso habría que agregarle la posibilidad de que hacia final de año el fenómeno de ‘El Niño’ sea intenso y afecte la producción y el precio de algunos alimentos.
El jefe de investigaciones económicas de Davivienda Corredores, Germán Cristancho, dice que la bajada de tasas será en diciembre, pero aun así la tasa seguirá alta.
“En el corto plazo la discusión de la bajada de tasas no está fácil, pues la inflación básica sigue estando alta. Colombia entre los países latinoamericanos es el más rezagado en la moderación de la inflación. Países como Chile y Brasil han tenido más éxito en la bajada de la inflación. La actividad económica se ha desacelerado desde abril y eso le podría abrir un espacio al Banco de las República para bajar las tasas”, enfatizó.
Por su parte, Daniel Velandia, director Ejecutivo de Research y Economista jefe de Credicorp Capital, considera que la primera baja de tasas del Banco de la República se dará en septiembre próximo.
Felipe Klein, economista de BNP Paribas para Latinoamérica, espera que el costo del principal instrumento del Emisor se mantenga en 13,25% porque “la tasa de política monetaria ya está en un nivel suficientemente contractivo y tanto las expectativas como la inflación comenzaron a ceder”. Así, consideró que el próximo movimiento de tasa (de 50 puntos básicos o 0,5%) se dará en el primer trimestre de 2024.
“Creemos que la política monetaria deberá ser paciente y mantenerse en terreno contractivo por más tiempo que lo que espera el consenso. En particular, consideramos que el fenómeno de ‘El Niño’ interrumpirá el descenso de las expectativas de inflación hacia el final del año”, dijo.
Las razones de los codirectores
En la última decisión de la Junta Directiva del Banco de la República, los codirectores resaltaron la reducción de cerca de un punto porcentual de la inflación total.
Destacaron que la inflación básica dejó de aumentar y que las expectativas de inflación se redujeron en un contexto de apreciación del peso, a pesar de aumentos en los precios de la gasolina que presionaron al alza el rubro de regulados de la canasta del consumidor.
Agregaron que el aumento acumulado de 11,5 puntos porcentuales de la tasa de interés de política ya se viene reflejando en la moderación del ritmo de crecimiento de la demanda agregada, como lo revelaron los resultados del PIB para el primer trimestre y del ISE para abril.
Anotaron que el ajuste en la demanda interna, en mayor cuantía que el de los niveles de producción, ha permitido una reducción del déficit en cuenta corriente. Igualmente, señalaron una disminución del dinamismo del crédito de consumo, que pasó de crecer a tasas cercanas a 23% anual en el tercer trimestre de 2022 a un crecimiento inferior al 7% anual a mediados de junio, y de 0% si la variación se mide en el margen de las últimas trece semanas.
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