Con 18 años es la heroína de decenas de niñas en el pequeño poblado donde creció, llegó a la élite con el Real Madrid y disputará su tercer Mundial en menos de 12 meses: Linda Caicedo, la alumna aventajada del fútbol femenino en Colombia.
De cabello tejido y sonrisa permanente, la delantera avanza a pasos largos en su carrera. Cuando debute en la Copa del Mundo de Australia-Nueva Zelanda, el 24 de julio, sumará su tercera participación en una cita global apenas cinco meses después de cumplir la mayoría de edad.
En 2022 disputó el Sub-20 de Costa Rica y el Sub-17 de India, en el que las cafeteras quedaron a puertas del título.
En una cancha maltrecha de Villagorgona, un caserío cercano a Cali (suroeste), Linda forjó una mente y cuerpo a prueba de balas como la única niña que medía su talento ante decenas de hombres.
Es "de esas personas tocadas por Dios, que nacieron para eso", dice a la AFP Diego Vásquez, su primer entrenador junto a la gramilla de pasto escaso.
Hoy sus regates la tienen en el Real Madrid, es catalogada como la jugadora menor de 20 años más destacada y, según los Globe Soccer Awards, la segunda mejor del mundo.
La propia futbolista reconoce su carácter y talento en un país donde el fútbol femenino sufre de machismo y falta de apoyo: "Yo siempre tengo en cuenta de que estoy muy joven, tengo apenas 18 años, quizás en parte mi proceso ha estado un poco acelerado", pero "día a día sigo creciendo", dijo recientemente.
Inspiradora
Cuando tenía cinco años, Linda tocó la puerta del Real Juanchito, la pequeña escuela de fútbol de Villagorgona. Rafael Murillo, su presidente, hizo una excepción y recibió por primera vez a una mujer que a la postre resultó siendo la mejor jugadora que haya brotado de ese semillero.
Por seis años jugó solo con hombres y los domó. Luego con mujeres mayores que no pudieron detener su poderío goleador. A la par, el balompié femenino en Colombia estaba germinando.
El 15 de julio de 2019, con 14 años, debutó como profesional con el América de Cali y rápidamente se ganó todos los aplausos. A los 79 minutos tomó el balón cerca a la mitad de la cancha, emprendió el recorrido con rumbo al arco dejando a tres rivales por el camino y definió magistralmente ante la portera.
La novata del grupo fue fundamental para ganar el título de la naciente liga colombiana. Además fue la goleadora del torneo.
Solo las normas de la Conmebol frenaron su arranque. Debía disputar la Copa Libertadores, pero los menores de 16 años tenían prohibido jugar el torneo de clubes más importante del continente para desincentivar la explotación laboral infantil.
Luego Caicedo pasó al Deportivo Cali y volvió a quedar campeona en 2021, un año después de superar un cáncer de ovario que la obligó a jugar algunos partidos con una peluca.
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Un don
La casa de Mauro Caicedo y Herlinda Alegría tiene un espacio reservado para los trofeos, medallas y reconocimientos que recibe su hija menor.
Con juicio, el padre mantiene a salvo del polvo los galardones que reconocen a Linda como la mejor jugadora de la Copa América de 2022, una de las 11 mejores de la Conmebol y los premios del Mundial Sub-17, donde llevó a la selección cafetera al subcampeonato, la conquista más importante que ha tenido Colombia en Copas del Mundo de cualquier categoría.
Junto a las condecoraciones de metal una fotografía muestra a Linda junto a los compañeros con los que se graduó del colegio. Es la más pequeña del retrato, pues también se graduó antes de tiempo, con 15 años, cuando la edad común para hacerlo es 17 o 18.
"Linda nació con un don para ser una niña que lo que ella le pide a Dios se propone y lo logra (...) tiene una forma de pensar, una forma de decidir que uno cree que tiene más años", dice Mauro orgulloso.
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