Es el título del último libro (disponible en www.ulia.org/ficv/publicaciones ) del profesor-sociólogo José Pérez Adán, quien durante 30 años ha compartido su pensamiento en las aulas de la Universidad de Valencia (España). Se trata de un texto que irradia la madurez del pensamiento del autor, cuyas ágiles líneas fueron escritas no solo para profesores y estudiantes sino para todas aquellas personas con genuino interés en el mejoramiento humano de las sociedades de hoy, donde el exceso de poder se percibe por todas partes.
No es sino caer en la cuenta de que, por ejemplo, hoy día es muy difícil para los padres ejercer el deber y el derecho de educar a sus hijos en principios y valores cristianos debido a las intromisiones de organismos estatales y/o internacionales dependientes de la ONU (Unicef, Pnud, etc) que se abrogan la potestad de emitir lineamientos de “educación sexual” de acuerdo a su particular concepción de los “derechos sexuales y reproductivos”. En palabras de Pérez, “el ‘no progresarás si no nos haces caso’ que puede decir la ONU a un país concreto, no es aquí un consejo maternal afín al ‘no serás una persona de provecho si no estudias’ porque, entre otras razones, no hay ahí ninguna autoridad desde donde se pueda dar… Y es en este sentido en el que el progreso ha sido una excusa que ha utilizado el poder para expandirse”. A lo que se puede agregar: con la anuencia del poder político de cada país porque es lo “políticamente correcto”.
También el agobio del sobrepoder se percibe en lo tecnológico que paradójicamente ha vuelto el tiempo más escaso, quitándole espacio a la necesaria reflexión sobre el sentido y devenir de la propia vida. Con frecuencia observamos síntomas de esto, como cuando una persona va manejando su automóvil, una mano en el timón y la vista fija en el celular que sostiene con la otra mano mientras se alista a cruzar un semáforo. Como dice Pérez “estamos hiper-ocupados en y mega-conectados a flujos de banalidades carentes de cualquier sentido narrativo que sea distinto del control que en ese momento alguien o algo ejerce sobre nosotros”.
Pero el libro no se limita a la comprensión del problema de varias disfunciones sociales y por tanto humanas, sino que formula una propuesta innovadora de teoría política. Tomando sus referencias intelectuales del cristianismo, del anarquismo y del comunitarismo, Pérez hace ver que la extensión de la libertad - entendida como autodominio- a toda la ciudadanía es el correlato necesario de cualquier tarea política merecedora del nombre. Y esto es así por cuanto la verdadera política debe buscar que el ambiente social imperante facilite a las personas ser lo que pueden llegar a ser, siempre en uso de su libertad.
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