SUPERADOS el impacto de la pandemia del covid-19 y el impacto de la invasión rusa a Ucrania, que desencadenó la primera crisis energética verdaderamente mundial, el mercado de combustibles fósiles (petróleo, gas natural y carbón) no sólo retomaron su crecimiento, sino que marcaron récord se vaticina que seguirán escalando.
Los recientes informes confirman que el consumo mundial del carbón alcanzó el año pasado un máximo histórico de 8.300 millones de toneladas (Mt) y lo corrido de éste se mantiene en ascenso, al punto que se espera marque nuevo récord.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE), en su más reciente análisis sobre demanda, producción, comercio y precios del carbón, con corte al primer semestre de 2023, evidencia se mantiene la demanda y oferta de este combustible fósil, tendencia que se mantendrá, como mínimo hasta final del próximo año.
Entre las razones para ello cita el fuerte crecimiento en Asia, tanto para la generación de energía como para las aplicaciones industriales, supera las caídas en los Estados Unidos y Europa.
El consumo de carbón en 2022 aumentó un 3,3% a 8.300 millones de toneladas, siendo la cifra más alta de la década, ya que el récord anterior se impuso en 2013, cuando fueron 7.997 Mt.
Tres gigantes asiáticos, China, India e Indonesia concentraron el 71% del consumo de carbón en el mundo (5,929 millones de toneladas) el año pasado y se prevé que prevalecerá esa tendencia.
China pasó de consumir 3.925 Mt en el 2021 a 4.259 Mt el año anterior y en lo corrido de este ya superó este último umbral, mientras que India registró 1.103 Mt (frente a 793) e Indonesia unos cien millones de toneladas más frente a la medición anterior.
En contrario, el crecimiento de la demanda de carbón fue mínimo en 2022 en los países de la Unión Europea debido a un aumento temporal en la generación de energía a base de carbón, casi compensado por un menor uso en la industria. La Agencia de Energía proyecta que caiga drásticamente este año a medida que se expandan las energías renovables y que tanto la nuclear como la hidroeléctrica se recuperen parcialmente de sus recientes caídas.
Y, en los Estados Unidos, el alejamiento del carbón también se ve acentuado por los precios más bajos del gas natural.
Resalta, así mismo, que en este segundo semestre y el próximo año se vean pequeñas disminuciones en la generación de energía a base de carbón, pero que las mismas serán compensadas por aumentos en el uso industrial del mismo.
De esta forma estima que la demanda de carbón creció alrededor de un 1,5 % en la primera mitad de 2023 hasta un total de alrededor de 4700 millones de toneladas, impulsada por un aumento del 1 % en la generación de energía y del 2 % en los usos industriales no energéticos.
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Por región, la demanda de carbón cayó más rápido de lo esperado en este primer semestre en los Estados Unidos y la Unión Europea, en un 24 % y un 16 %, respectivamente. Sin embargo, la demanda de los dos mayores consumidores, China e India, creció más del 5 % durante el primer semestre, compensando con creces las caídas en otros lugares.
“El carbón es la mayor fuente individual de emisiones de carbono del sector energético, y en Europa y Estados Unidos, el crecimiento de la energía limpia ha llevado al uso del carbón a un declive estructural”, dijo el director de Mercados Energéticos y Seguridad de la IEA, Keisuke Sadamori.
“Pero la demanda sigue siendo obstinadamente alta en Asia, incluso cuando muchas de esas economías han aumentado significativamente las fuentes de energía renovable. Necesitamos mayores esfuerzos políticos e inversiones, respaldados por una cooperación internacional más sólida, para impulsar un aumento masivo de energía limpia y eficiencia energética para reducir la demanda de carbón en economías donde las necesidades energéticas están creciendo rápidamente”, enfatizó.
El desplazamiento de la demanda de carbón hacia Asia continúa. En 2021, China e India ya representaban dos tercios del consumo mundial, lo que significa que juntos usaron el doble de carbón que el resto del mundo combinado. En 2023, su participación será cercana al 70%. En cambio, Estados Unidos y la Unión Europea -que juntos representaban el 40% hace tres décadas y más del 35% a principios de este siglo- representan menos del 10% en la actualidad.
La misma división se observa en el lado de la producción. Los tres mayores productores de carbón, China, India e Indonesia, produjeron cantidades récord en 2022. En marzo de 2023, tanto China como India establecieron nuevos récords mensuales, con China superando los 400 millones de toneladas por segunda vez e India superando los 100 millones de toneladas por segunda vez. la primera vez. También en marzo, Indonesia exportó casi 50 millones de toneladas, un volumen nunca antes enviado por ningún país. Por el contrario, Estados Unidos, que alguna vez fue el mayor productor de carbón del mundo, ha reducido su producción a más de la mitad desde su punto máximo en 2008.
Desde principios de año, la Agencia estima que la demanda de carbón tendrá un 16% en Europa y un 24% en Estados Unidos, donde se ve acentuada por la caída de los precios del gas natural. Pero en China e India, el consumo creció más del 5% en seis meses.
En el plano industrial de dichos países, el carbón es utilizado principalmente por los siderúrgicos para la fabricación de acero.
También destaca la AIE que luego de la extrema volatilidad y los altos precios del año pasado, los precios del carbón cayeron en la primera mitad de 2023 a los mismos niveles que los observados en el verano de 2021, impulsados por la amplia oferta y los precios más bajos del gas natural. El carbón térmico volvió a tener un precio inferior al del carbón coquizable, y la gran prima del carbón australiano se redujo tras la relajación del clima perturbador de La Niña que había obstaculizado la producción. El carbón ruso ha encontrado nuevas salidas después de ser prohibido en Europa, pero a menudo con descuentos considerables.
El carbón más barato ha hecho que las importaciones sean más atractivas para algunos compradores sensibles a los precios. Las importaciones chinas casi se han duplicado en la primera mitad de este año, y se espera que el comercio mundial de carbón en 2023 crezca más del 7 %, superando el crecimiento de la demanda general, para acercarse a los niveles récord observados en 2019. El comercio marítimo de carbón en 2023 bien podría superar el récord de 1.300 millones de toneladas establecido en 2019.
Como se ve, el informe de la AIE evidencia el sostenido aumento en la demanda y consume de combustibles fósiles el año anterior, lo corrido de este y la tendencia al alza que mantendrá el próximo. Una realidad muy distinta a la que esbozó el presidente Gustavo Petro el reciente discurso de la instalación del Congreso donde señaló: “la demanda del petróleo y del carbón va a caer permanentemente en los próximos años y ya cayó este año... La inversión en el petróleo cayó a la mitad de lo que fue en 2013 en todo el mundo”.
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